El Evangelio según Francisco

Su espontaneidad pone en apuros a la guardia de seguridad, no le importa romper el protocolo para tomar a un niño en sus brazos, habla de solidaridad y oración al mismo tiempo, y llama la atención hasta de los más encumbrados industriales y economistas, como sucedió hace ocho días en Río de Janeiro.

Ese es el papa Francisco, el jesuita que llegó a Roma "casi desde el fin del mundo", como lo expresó ese 13 de marzo luego de su elección. Desde ese día mostró que tiene la clave para sacudir a la Iglesia y devolverle la credibilidad que ha perdido por diversa índole.

No solo es eso, su manera austera y sencilla para vivir le ha permitido ganar adeptos y abrir muchos corazones. Hasta su discurso, el mismo Evangelio de Jesucristo, recobra un nuevo sentido cuando increpa a los católicos de que un rezo que no lleva a una acción concreta hacia un hermano pobre, enfermo, necesitado y en dificultad "es una plegaria estéril, incompleta".

Estas actitudes, que calaron de manera profunda también en los jóvenes en Río, no sorprenden a su hermana María Elena. Hace pocos días le dijo a la cadena de televisión Caracol que no le extrañan las acciones y actitudes de su hermano, "ese es él y lo que más me agrada es que el papa Francisco sigue siendo Jorge", clara muestra de que es coherente con el mensaje que proclama.

Ese ser y parecer tan característico de este papa lo resume el padre Humberto Gómez Morales, párroco de la iglesia Santa Ana, en Manizales, en la siguiente frase: "nosotros tenemos que ser creíbles, la palabra no puede asimilarse solo como conocimiento teórico, hay que llevarla a la vida y traspasarla al compromiso social, a la solidaridad, algo de lo que ya hablaba Juan Pablo II y, a su modo, el papa Francisco va un poco más allá y denuncia que ahora lo que se ve es la globalización de la indiferencia.

El padre Humberto ratifica lo que dice el nuevo papa. El reino no puede ser una palabra, es justicia, es paz, solidaridad, perdón, es buscar el bien común, sobre todo de los más desprotegidos y marginados, pero sin asistencialismo, sino con una verdadera promoción humana.

Para todos

Desde su proclamación, el argentino Jorge Mario Bergoglio dio numerosas muestras de austeridad, con las que sorprendió al Vaticano y a los feligreses.

Otro punto a favor es que no solo habla para la comunidad, también llama la atención a sacerdotes y religiosas. Durante una lectura para seminaristas y novicias se lamentó: "Hiere mi corazón cuando veo a un cura o una monja en un vehículo último modelo" y también condenó la "búsqueda del último modelo de teléfono inteligente, la motoneta más rápida, los automóviles que llaman la atención", y luego bromeó: "Ahora ustedes estarán pensando, ‘padre, ¿ahora deberíamos montar en bicicleta?'"

Opinó que aunque los automóviles son formas "necesarias" de transporte, deben ser modestos. "Si ustedes eligen uno bonito, piensen en cuántos niños mueren de hambre. La alegría no procede de las posesiones materiales", aseveró.

Gómez Morales explica que actitudes como las que denuncia el papa son ofensivas para el pobre, "el papa nos está recordando el evangelio, vivir con lo mínimo indispensable, que todos tengamos derecho a lo mismo".

Evangelio social

Estas manifestaciones no son más que el mensaje social del papa. Desde que fue elegido, Francisco ha denunciado las nuevas formas de esclavitud, de explotación, y de desigualdad. Dijo que la actual civilización mundial ha ido más allá, se "pasó de rosca" en el culto al dios del dinero, excluyendo los dos polos de la vida de las personas: las mayores y los jóvenes.

En conclusión, el papa Francisco recupera para la Iglesia la denuncia y los temas sociales olvidados y hasta combatidos por los últimos pontífices.

Despojo

El sacerdote Alirio Ramírez Gómez, vicario episcopal de la Pastoral social, explica que el papa está haciendo lo que ha vivido. "Al ser Francisco un hombre pobre se le hace más fácil hablar el lenguaje de los más débiles. Lo que quiere es restaurar la comunidad, valorar a la persona, lo mismo que hicieron San Francisco de Asís y Teresa de Calcuta. Dentro de la misma institución el papa está rompiendo esquemas y quitando a la Iglesia la costra que hizo opacar el Evangelio", concluye.

Servir

Sobre las acciones del papa, Rubén Herrera Ramírez, de la fundación Todo ser humano es mi hermano, dice que está haciendo lo mismo que hizo Jesús: "estar con la gente, con los necesitados y decirles: aquí estamos todos para ayudarnos. Este mensaje no solo es para sacerdotes y religiosas, es para todos, y si todos nos dedicamos a servir y acompañar a quien lo necesita, las cosas van a cambiar".

Líder

Fabián Sanabria, especialista en religiones, explica el comienzo de la era de Francisco.

"A un papa no se le puede pedir que sea progresista, siempre será un gran conservador como el papa Juan XXIII y el mismo Juan Pablo II que acabó con la Teología de la Liberación. Pero alguien como Francisco asume un reto importantísimo en este momento de la historia: o la Iglesia se renueva o se muere, porque si no cambia la gente se va y encuentra sentido en otras iglesias.

Urge esa renovación, por eso lo que le toca a Francisco es tomar por los cuernos a toda la curia vaticana, que es un nido de víboras. Además, el papa lo hace muy bien, es un jesuita que tomó el nombre de Francisco, por el de Asís, que da ejemplo de pobreza y sencillez. Su carisma es enorme y hace cosas que llaman mucho la atención, aunque algunos en el Vaticano lo acusan de campechano.

No es fácil la tarea que le toca, pero es obvio que ha dado muestras de ser un gran líder, lo que da una posibilidad enorme para que se renueve la Iglesia".

Desde los jóvenes

¿Por qué se puede decir que el papa Francisco encarna el Evangelio y se le cree cuando habla de este?, respondieron ocho jóvenes que participaron en la pasada Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro (Brasil).

Karen Lizeth Hortúa, Colombia

Nada más verlo: irradia el Espíritu Santo encarnado en él, en su mirada, humildad, sencillez y acercamiento al pueblo. Es un papa de todos, se dirige a nosotros como si nos conociera de toda la vida y al sentir esa fraternidad que lo caracteriza nos hace ver a Jesucristo en él.

Cynthia Muñoz, Estados Unidos

Porque visita cárceles, hospitales y a tanta gente como hemos visto a Jesús en el Evangelio, que no se queda en un solo lugar, sino que sale a la calle a enseñar, amar, compartir con personas de diversas culturas. El papa ha hablado con todos, no solo con los católicos, para promover la paz, la bioética y el acercamiento a la Iglesia. Habla con mucho coraje y pasión y creo que eso también muestra mucho el Evangelio y el carácter de Jesús.

Rubén Mendoza, México

Por el Espíritu Santo que desciende sobre él y hace que en nuestros corazones entre la palabra, y a través del carisma que él transmite, en la interacción con la gente.

David Romano, España

Por esa cercanía que demuestra con cada uno de los cristianos, en Brasil mantuvo abajo las ventanas del carro para saludarnos, exponiéndose incluso a que le pudiera pasar algo. Como Jesucristo quiere que todos nos acerquemos a él y nos enseña su misión y la nuestra.

Dolores Ruano, Argentina

Dice el Evangelio con una particularidad, con una ternura y con una paz que nos lo hace llegar a cada uno de los fieles a lo más profundo. Es coherente, deja que Jesús se vea en él.

Valentina Palacio, Chile

El papa nos hace sentir muy cercanos a él, pues es sencillo, humilde, se acercó a los peregrinos y hasta conversó con algunos de ellos.

Ana Fideli, Brasil

Es un símbolo de humildad, como Jesús, que estaba con la gente. El papa transmitió el Evangelio de la mejor forma posible por su sencillez y alegría, más allá de su investidura.

Luis Ángel Luna, Perú

Porque es una persona que ha vivido muchas cosas, experimentada, todo lo que dice tiene sentido y está iluminado por el Espíritu Santo. Por su misma forma de ser que invita a la humildad