Serpientes entran hasta en escuelas del Oriente de Caldas

GUILLERMO LEÓN GARCÍA Y ANDRÉS RODELO

LA PATRIA | MANIZALES

“Estamos invadidos”, así se refiere Sandra Patricia González, profesora de la vereda Sasaima (Samaná), a la proliferación de serpientes que experimenta el sector y otros caseríos aledaños. La aparición de estos animales ha sido una constante en los últimos años, pero la educadora manifiesta que la situación actual es la peor que atraviesan.

“Mataron una, la abrieron y tenía 26 crías. Se están reproduciendo mucho”, explica. El miércoles 24 de mayo, la docente conducía su motocicleta desde Samaná, en donde vive, hasta la escuela de la vereda. “Señor, ayúdame. Señor, ayúdame”, se repetía al avanzar, rogando no toparse con una. De nada sirvió. “Ahí fue cuando me encontré una equis (bothrops asper, serpiente venenosa) tan grande. Yo sentí que el cabello y los dientes se me cayeron”, menciona.

Por fortuna, ella pudo continuar el trayecto después de que la equis se escabulló. También hallaron una en la biblioteca de la escuela. Lo cuenta Samuel Enrique Valencia, de tercero: “Mi compañera Yuri tomó un libro y la vio. Salimos corriendo”. Su historia también incluye una equis en una carretera. “Iba en bicicleta para donde mi abuelo y apareció. Me quedé quieto. Mi tío encontró seis equis y una mapaná en la casa. Una medía cuatro metros”.

El problema trasciende los límites de la escuela y la vereda, asegura el habitante de la zona Gabriel Antonio López: “Las culebras nos han matado ganado. A un hermano mío le mataron un caballo. Las encontramos y las matamos. Son ellas o nosotros”.

Embalse

Los habitantes de la zona atribuyen la proliferación de serpientes a una reubicación que se hizo de estas en el 2002. Ese año inició la operación de la Central Hidroeléctrica Miel I, obra que abarca una región conformada por las cuencas de los ríos Guarinó, La Miel, Moro, Manso, Samaná Sur y afluentes menores como los ríos Pensilvania y Tenerife.

“Desplazamos varias serpientes que vivían en el borde del río para que no se ahogaran. Yo participé en esas labores. Las depositamos en partes altas de la zona y desde ese momento comenzaron a reproducirse y a meterse en las fincas”, asegura Gabriel. El aumento de estos reptiles ocurre, especialmente, en las veredas aledañas del embalse Amaní.

La docente comparte esta opinión: “Le pedimos a Isagén (propietaria de la Hidroeléctica) que venga y recoja esos animales”.

Dice Corpocaldas

Óscar Ospina Herrera, profesional especializado en Fauna Silvestre de Corpocaldas:

- Matarlas no soluciona la situación. En esa zona siempre ha habido serpientes.

- La situación actual no tiene relación con la distribución de serpientes del 2002. La razón son los cambios ambientales, que ocasiona que estos animales se desplacen.

- Este año hemos hecho presencia de manera frecuente en la zona, capacitando a los habitantes sobre las serpientes. Si alguna comunidad no tuvo acceso a estas jornadas puede enviar una solicitud por escrito a Corpocaldas para recibirlas.

Isagén considera

“No existen evidencias, en las áreas de protección del embalse Amaní, de aumento en los valores de abundancias de individuos de serpientes y especialmente de las especies venenosas”, indicó la propietaria del embalse, Isagén, por medio de un comunicado. La empresa se comprometió a compartir información útil con los habitantes de las veredas aledañas en aras de prevenir y mitigar el impacto negativo de los animales.

Sube

Reporte del Observatorio de Salud de Caldas de mordeduras de serpientes:

- 2014: 58.

- 2015: 59.

- 2016: 72.

- 2017: 30, hasta la fecha.

Preocupados

Rubén Darío López, vereda Sasaima

Perdí tres vacas y un caballo. He matado 25 serpientes. Un animal de estos casi muerde a mi hija.

Noemí Cardona, vereda Confines

Me mordió una equis en una reunión familiar. Me remitieron en La Dorada y me salvé gracias a Dios.