La política antidrogas tiene una oportunidad de replantearse. Entra en vigencia hoy en Uruguay la ley que legalizó el monopolio del Estado para la distribución de marihuana. Este es el primer ensayo de su tipo en el mundo, razón por la que nos atañe a todos, pues crecen las voces en torno a que la guerra ha sido un fracaso, sobre lo que el presidente José Mujica ha parapetado su propuesta. La decisión será mejor si es acompañada por la comunidad internacional, pues, por ejemplo, mientras en Estados Unidos el gobierno Federal se opone a este tipo de liberalizaciones, es un hecho en varios estados, con las consecuentes contradicciones legales.
Esto hace que el laboratorio en el que se convierte Uruguay para asumir este papel abre la posibilidad de experimentar alternativas y se empieza por una droga considerada blanda, con lo cual se busca que no haya sobresaltos, sino que es evidente que si las personas pueden alcanzar fácilmente las dosis que necesitan para el consumo, y ser tratadas como enfermas por su adicción, se pueda mejorar la seguridad, que es la primera que se afecta por el abuso y la imposibilidad del adicto a acceder a la sustancia.
Uruguay ha diseñado un modelo que resulta bien interesante, pues asume el monopolio de la distribución, pero también pone salvaguardas: topes para que alguien pueda tener hasta seis matas de marihuana en su casa, a una persona se le proveerán hasta 40 gramos del alucinógeno al mes o impedir la venta a extranjeros. Se podrá entonces conseguir la marihuana de tres formas: cultivo propio, en farmacias o en clubes de consumo. Estas son excluyentes por lo que el reto será para la Policía controlar que quien opta por ir a un club o farmacia no tenga además su alijo de matas en la casa.
La medida es todo menos anárquica, pues habrá controles para conductores que manejen bajo los efectos de la sustancia, también los empresarios podrán hacerlo a los trabajadores y no se podrá consumir en los lugares públicos en los que también está prohibido el cigarrillo. Además, es importante entender que no todas las farmacias están obligadas a vender, pero sí habrá ganancias del 30 por ciento para quien lo asuma y, en todo caso, los envases en los que se distribuya deberán llevar etiquetas visibles que adviertan del perjuicio de su uso para la salud.
Empieza a implementarse hoy, pero va por fases, lo que promete que será un tema central para las elecciones a la presidencia, que se cumplen en octubre próximo. De hecho, se espera que en dos semanas se abra la convocatoria para las firmas interesadas en sembrar la mata, no más de 10 hectáreas por empresa ni habrá más de seis cultivadores autorizados, quienes deberán estar en el área metropolitana de Montevideo.
La ley no se queda corta ni siquiera en metas, al contrario, esperan que en un año le hayan arrebatado al mercado negro, por lo menos el 25 por ciento de la distribución, lo que ven muy posible las organizaciones promotoras del consumo de la hierba, pues aseguran que el precio fijado es muy competitivo, además de que se garantizan la calidad y la procedencia de la sustancia. El precio de la dosis será el equivalente a unos 0,90 dólares, pero oscilará para poder ser competitivo frente a la venta ilegal.
Hay quienes temen que los consumidores sean espiados o señalados en listas negras, pues habrá controles estrictos, aunque el Gobierno garantiza que si bien para inscribirse y recibir el cupo deben entregar sus datos, estos estarán ocultos incluso para los farmaceutas, quienes solo verán un número.
Esperemos pues que este experimento dé resultados, que se corrijan los errores que se puedan presentar, pero bien vale la pena que la comunidad internacional le haga un seguimiento y acompañamiento juiciosos para pensar en que hay salidas diferentes a la guerra contra el narcotráfico.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015