La gran infraestructura

Después de una larga espera, comenzaron a ser entregadas las primeras licitaciones de las llamadas obras de cuarta generación (4G), con las que se espera que Colombia deje a un lado el atraso de décadas en sus vías y mejore sus niveles de competitividad. Desde la semana pasada, la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) viene cerrando estos procesos de selección de proponentes para carreteras en las que se invertirán cerca de $47 billones en los próximos años.

Si bien ayer fue aplazada para el 3 de junio la audiencia correspondiente al proyecto Girardot-Honda-Puerto Salgar, atendiendo una cuestionable tutela, es un hecho que ya están a punto de adjudicación otras carreteras que beneficiarán a Caldas, sobre todo en el sector occidental, logrando que se mejore la comunicación de Manizales con Medellín y con Cali, principalmente. Para el proyecto que involucrará directamente a La Dorada, en el oriente, y que tiene un costo de $1 billón, ya hay dos consorcios interesados: uno de Colombia y Costa Rica y otro de firmas mexicanas y colombianas.

Las que antes se llamó Autopistas de la Montaña, luego Autopistas de la Prosperidad y ahora conexiones Pacífico I, II y III ya cerraron sus licitaciones. La II (La Pintada-Bolombolo-Primavera) ya fue adjudicada al consorcio colombo-portugués P.F.S., y las otras dos están a punto de ser entregadas. Para los 146 kilómetros de Pacífico III (La Pintada-La Virginia), en la que se invertirán $1,18 billones, y que conectará a Antioquia con la Costa Pacífica, pasando por Caldas, se cuenta con propuestas de consorcios colombo-israelíes y colombo-costarricenses.

Si todo sale como está previsto, en los próximos años serán intervenidos 8 mil kilómetros de vías en Colombia, de los cuales 1.370 kilómetros serán en dobles calzadas, en las que se contará con 1.300 viaductos y 141 túneles para agilizar los desplazamientos entre las regiones del país. En esto hay que hacer un reconocimiento al exministro del Transporte Germán Cardona, quien se obsesionó por estructurar bien los proyectos, antes que afanarse a cortar cintas. Las obras que están en proceso de adjudicación pertenecen al paquete de nueve concesiones de la que ha sido llamada la primera ola de 4G, con un cálculo de inversión de $11 billones.

Con la construcción de estas carreteras en los extremos oriental y occidental de Caldas quedaría faltando solo la conexión entre ambos complejos viales, lo cual corresponde a la soñada nueva vía al Magdalena desde Manizales, cuyos estudios han venido avanzando, pero para la cual todavía no se definen trazados definitivos ni se asignan recursos. Qué bueno sería poder asegurar la existencia de esta carretera que nos acercaría a Bogotá y sería alternativa de comunicación entre la capital del país y el Pacífico.

Ha surgido una polémica en torno a la instalación de nuevos peajes en la conexión Pacífico III, para financiar la concesión, pero la realidad es que en los diseños hay solo un peaje adicional a los ya existentes para quienes viajen de Manizales a Medellín y otro nuevo que pagarán quienes hagan uso del túnel entre el sector del Kilómetro 41 y Viterbo. Es claro que habrá que pagar más, pero con unas condiciones de vía muy superiores.

También esperamos que, tomando en cuenta el tráfico de la vía, en próximos años el proyecto pensado en ampliación de la calzada y generación de tercer carril, pueda pasar pronto a doble calzada, como se tendrá en Antioquia. De la misma manera, en este mismo trazado tiene que cumplirse con el compromiso de traer la nueva vía hasta el sector de La Manuela, para conectarla con la doble calzada Manizales-Pereira-Armenia, y mejorar de esta manera la movilidad en todo el Eje Cafetero.

Ojalá que todos estos proyectos avancen sin tropiezos y que en próximos años Manizales y Caldas sean punto estratégico para el establecimiento de nuevas industrias y polos de desarrollo de producción y logística que nos inserten en el futuro económico del país, con salidas rápidas a un río Magdalena navegable y carreteras modernas hacia las costas Atlántica y Pacífica.