La aprobación del POT

Durante hoy y mañana se realizará en el Concejo de Manizales una jornada de cabildo abierto en el que representantes de distintos sectores de la comunidad presentarán ponencias, que fueron radicadas antes ante ese organismo, con el objetivo de que los concejales tengan más elementos de juicio a la hora de discutir el proyecto de actualización del Plan de Ordenamiento Territorial (POT), el cual fue entregado por la Administración Municipal hace ya varias semanas, después de surtir un amplio proceso de discusión pública durante cerca de tres años. 
Esta actividad debe servir para entender mejor cada uno de los detalles de los que está compuesto este documento, que es la carta de navegación del municipio para delimitar los campos de acción del desarrollo hacia el futuro. Así los concejales también podrán decidir con más conocimiento de causa los diferentes aspectos contenidos en los seis grandes apartes en los que está dividido el proyecto, el cual no deja de ser complejo. Por lo mismo, los concejales tienen la gran responsabilidad de votarlo a conciencia. 
Es importante anotar que antes de que el documento llegara al Concejo, el alcalde Jorge Eduardo Rojas consultó con los gremios privados de la ciudad acerca de la conveniencia o no de llevar la iniciativa a la corporación edilicia antes de dejar su cargo. Ante el respaldo de los dirigentes gremiales, el mandatario radicó el proyecto, para el que se requirieron 77 estudios acerca de la gestión del riesgo, la movilidad y los servicios públicos, entre otros. Además, una vez electo José Octavio Cardona como alcalde de la ciudad, estuvo de acuerdo con que el trámite se desarrolle durante la actual administración. 
La propuesta de actualización del POT contiene cambios significativos en materia de planeación, y que ya fue revisado en lo normativo y técnico, así como en aspectos ambientales y de riesgo, no solo por Corpocaldas sino también por el Consejo Territorial de Planeación, instancias que le dieron el visto bueno. Un asunto fundamental es que el proyecto propone la incorporación de 600 hectáreas de suelo desarrollable en el perímetro urbano, con base en una estructura e infraestructura ecológica más ajustada a la realidad. 
De la misma manera, la iniciativa apunta a una distribución de cargas y beneficios más equitativa en lo relativo a predios con declaratoria ambiental, con el fin de facilitar su conservación. Las áreas protegidas pasan de 2.092 hectáreas a 2.361 hectáreas y de 13 a 23 áreas de interés ambiental, con lo que se logra que los pulmones de la ciudad se fortalezcan, al mismo tiempo que se permite el desarrollo urbanístico en otras zonas que hoy están frenadas en su desarrollo por la falta de claridad en el POT, o por restricciones de las controversiales PIP (Piezas Intermedias de Planificación). Se apunta, según se ha dicho, a que Manizales sea un gran parque. Ojalá así sea, en el futuro el crecimiento tiene que estar articulado con la protección de la naturaleza. 

En ese mismo sentido se apunta a que se avance hacia el estándar internacional de 15 metros cuadrados de espacio público por habitante (hoy está en 4 metros cuadrados), que haya sistemas de movilidad modernos y un manejo del espacio público más afín con la calidad de vida. El actual POT tiene 12 años y sería irresponsable no actualizarlo, para ajustarlo a las necesidades de hoy. Es necesario que los concejales hagan todos los esfuerzos para que este año quede aprobada la nueva carta de navegación. Si dejan ese debate al próximo gobierno no solo representará un doble trabajo, sino que se corre el riesgo de que pase el tiempo y aparezcan nuevos obstáculos a cambios que son urgentes.