Discapacidad para entender la inclusión

La mayoría de quienes han sufrido algún tipo de discapacidad o han nacido con ella son ejemplos vivientes de superación y así lo demuestran en cada acto. Generalmente dan lecciones de esfuerzo, de lucha, de tenacidad, pero sus logros no siempre son recompensados. Aún falta mucho para que nos demos cuenta de que en casi todos los casos estas personas pueden desarrollar alguna actividad productiva para ganarse su sustento como cualquiera que se dice con sus capacidades en pleno.

En Colombia, de acuerdo con el DANE, se calculan unas 3 millones de personas en esta situación, de las cuales 19 mil 779 se encontrarían en Caldas, y de éstas, 10 mil 410, en Manizales. Casi el 50% de estos estarían en edad productiva. LA PATRIA en un informe especial que publica hoy llama una vez más la atención sobre la necesidad de que haya una verdadera política pública para la inclusión de las personas que viven en estas condiciones, pues si en esta capital se dice que hay avances por encima de otros lugares, en la práctica los resultados siguen siendo exiguos.

Los propios actores de entidades que promueven la inclusión o que trabajan con personas en situación de discapacidad reconocen la desarticulación y la falta de procesos continuos que permitan potenciar los esfuerzos, además que dan cuenta de la necesidad de visibilizar los logros obtenidos con el fin de que otras empresas se animen a incluir en sus nóminas a esta población. No obstante, hay que valorar el esfuerzo de quienes sí lo hacen y por eso programas de capacitación del Sena en alianza con el Ceder y el CRIT, y proyectos de distintas entidades hacen posible que hoy se esté mejor que hace una década, pero los beneficios se reciben a cuentagotas.

Manizales desde hace rato viene haciendo una apuesta a los servicios y es precisamente en este renglón de la economía en donde muchas de estas personas pueden aportar productivamente para lograr una condición digna. Invitamos a que se sumen a contratar a estas personas a empresas de este rango de la economía, tal como se viene proyectando, pero se requiere que sea mucho más.

Para lo anterior se necesita una mejor articulación, algo que puede propiciar la Administración municipal si concreta su propuesta en el Plan de Desarrollo de crear la oficina para la atención a personas en situación de discapacidad, como encargada de cumplir los objetivos trazados, tanto en la educación, la atención en salud así como en la generación de oportunidades laborales. Ahora lo que falta es que al Plan de Acción le pongan metas que se reflejen en números para que haya una medición objetiva sobre su labor y que se le den dientes y posibilidades de articulación dentro de la propia administración y sus diferentes dependencias y no solo para que sea un lugar que se vuelva paño de lágrimas de quienes van a necesitar su servicio.

Manizales en los últimos años ha intentado en diferentes obras públicas mejorar las condiciones de acceso para las personas en condición de discapacidad, la Administración municipal anterior logró traer a la ciudad la primera sede regional de la Fundación Teletón, la que se sumó a una historia de largo aliento en trabajo con personas en discapacidad. No obstante, invitamos a las diferentes entidades que trabajan en estos temas para que atiendan al llamado que se hace para la articulación de políticas, a las empresas públicas y privadas para que abran sus puertas a las personas que padecen esta situación y a la ciudadanía para que sea más sensible a estos temas. En un país agobiado por la violencia y con tantas desatenciones en salud pública, es probable que en casi toda familia haya por lo menos un miembro en esta condición. Esa debe ser otra razón para que sumemos todos a la comprensión de este fenómeno.