JUAN CARLOS LAYTON
LA PATRIA | MANIZALES
A partir de ayer comenzaron a circular en Colombia las nuevas monedas de $50 y $500, en un nuevo concepto en el que se incorporan la biodiversidad y el buen manejo del agua como temas principales, dejando de lado a los próceres de la historia.
De acuerdo con el informe entregado ayer por el Banco de la República, esta se convierte en la primera emisión del nuevo grupo de monedas, en el que también estarán incluidas las de $100 y $200, que circularán a partir de julio, y las de $1.000, desde agosto próximo.
Para el gerente del Banco de la República, José Darío Uribe, la puesta en marcha de esta emisión, que circularán simultáneamente con las que hoy existen, tiene como fin no solo reforzar los elementos de seguridad, sino reducir los costos de producción, como quiera que el aumento del precio de los metales en los mercados internacionales disparó el valor en los últimos años.
Las nuevas propuestas incluyen una reducción del 11% en promedio en el tamaño de las monedas, y se modifican las aleaciones, incluyendo metales como el cobre, aluminio, níquel, y el zinc.
Según destacó la gerente del Banco de la República en Manizales, Claudia Villegas Yepes, esto representará una reducción en los costos de producción del orden de $15 mil millones, equivalente al 33%, al pasar de $46 mil millones, que cuestan las monedas de hoy, a unos $31 mil millones.
El factor principal tiene que ver con la mezcla y porcentaje de aleaciones, pasando de niveles del 75% de níquel al 65%, por ejemplo, con figuras en alto relieve, y un menor peso, con lo que se mitigará el impacto de su producción.
La incorporación de nuevos elementos de seguridad, también las hará menos vulnerables a la falsificación, aunque se estima que hoy ese indicador es de 20 monedas por cada millón (0,002%).
De acuerdo con lo previsto, en la producción de monedas que se proyecta para este año, se incluyen 45,5 millones de piezas de $50, y 56 millones de $500, lo que representa una circulación por un monto de $30 mil 275 millones en nuevas monedas para este año. Sin embargo, el monto total de los cinco nuevos diseños asciende a los $99 mil 145 millones.
Eso se sumaría a los $845 mil 520 millones en monedas que hoy circulan en el mercado, entre denominaciones de $50, $100, $200 y $500.
La gerente destacó que teniendo en cuenta que la vida útil promedio de las monedas metálicas oscila entre los 15 y 20 años, las actuales podrán mantenerse en circulación por lo menos 15 años y la nueva familia irá aumentando su participación en el número de piezas en circulación.
Aunque desde 1998 se dejó de fabricar la moneda de mil, en este nuevo grupo vuelve a aparecer, con el concepto de reemplazar el billete de mil pesos, pues se estima que a partir del 2013 se dejará de producir.
De esta forma entran a circular 45 millones de piezas ($45 mil millones), que se sumarán a las 15 millones que hoy se tienen en el mercado ($15 mil millones).
Durante los últimos años se desarrolló un trabajo con el fin de examinar las características de las nuevas monedas, teniendo en cuenta las tendencias mundiales de fabricación, aleaciones, dimensiones, formas, diseños y la incorporación de nuevos elementos de seguridad.
Para ello, el Banco contó con la asesoría de la Casa de Moneda del Reino Unido (Royal Mint).
En lo que tiene que ver con la puesta en circulación de los billetes de $100 mil, el Emisor descartó por ahora esta opción, pues según destacó, los modelos que se hacen, no sugieren que se necesite esta nueva denominación para facilitar las transacciones económicas.
Durante este año se espera una emisión continua de monedas con la biodiversidad como propuesta, y el compromiso de la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente.
La familia de las cinco nuevas monedas incluye las imágenes del frailejón, la guacamaya bandera, la tortuga caguama, la rana de cristal y el oso de anteojos, y el agua, como llamado a la protección de los recursos naturales. Su escogencia se hizo teniendo en cuenta que muchas de estas especies están en vía de extinción y que plantas como el frailejón solo se encuentran en los andes de Colombia y Venezuela. Los artistas escogidos para los diseños fueron Johanna Calle y José Antonio Suárez.
La colección numismática del Banco de la República se abrió al público en diciembre de 1996 en el claustro colonial de la Casa de Moneda de Bogotá, lugar en donde se acuñaron las primeras monedas de oro en América en 1622.
Su imagen principal es el oso de anteojos. Esta moneda está hecha en acero y recubierto en níquel. Tiene un peso de 2 gramos, 2 menos que la moneda actual, y un diámetro de 17 milímetros, 4,9 milímetros menos que la actual. Es circular, en alto relieve, con superficies planas y lisas.
Es de acero recubierto el latón (aluminio y zinc), pesa 3,34 gramos y 20,30 milímetros. Esto también la hace menos pesada y más pequeña que la que circula hoy en día, pues la diferencia es de unos 2,8 milímetros menos y casi dos gramos menos de peso. Su principal imagen es el frailejón.
Tiene una aleación de cobre, níquel y zinc, denominado como Alpaca, con un peso de 4,61 gramos y 22,40 milímetros de diámetro. También es más pequeña que la actual moneda, que pesa 7,08 gramos y tiene 24,60 milímetros de diámetro. Su imagen principal es la guacamaya bandera.
La rana de cristal es su principal imagen. Tiene aleaciones de cobre, aluminio y níquel (Cualni) y de
cobre, níquel y zinc (Alpaca), teniendo en cuenta que es bimetálica. Su peso es de 7,14 gramos y 23,70 milímetros de diámetro, iguales dimensiones que la actual moneda.
También tiene una aleación de cobre, níquel y zinc (Alpaca) de color amarillo y blanca. El peso es de 9,95 gramos, 2,65 gramos más pesada que la circulaba en el mercado. Su diámetro es de 26,70 milímetros, cinco milímetros más. La tortuga Caguama es su principal imagen.
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