MARTHA LUCÍA GÓMEZ
LA PATRIA | MANIZALES
Para los miembros de Nidho-Flyzoom no ha sido fácil consolidar el emprendimiento que iniciaron hace tres años. Se definen como un colectivo profesional que ha crecido y está a punto de ser un negocio por la persistencia y el saber identificar los nichos de mercado.
Están en la fase preoperativa. En septiembre presentarán su negocio con un vuelo inaugural, para invitados especiales. En las pantallas del estadio Palogrande proyectarán lo que capta la aeronave denominada multicóptero, que es una herramienta para los servicios que pondrán a disposición.
Nidho-Flyzoom ofrece información visual en contexto real con aeronaves no tripuladas, mediante tomas aéreas en foto, vídeo y modelado 3D que se aplican a diagnósticos, diseño, visualización y acompañamiento de obra de un proyecto en construcción.
Este producto surgió de Nidho | Arquitectura & Obra, que comenzó Andrés Felipe Salazar hace cinco años como parte de los espacios de investigación que le abrió la Universidad Nacional aún siendo alumno. La idea fue crear una apuesta de sostenibilidad para el sector constructor. Empezaron 10 personas, pero como el camino emprendedor es impredecible, afirma Salazar, quedaron cuatro en el grupo y luego lo dejaron solo. Más adelante conoció a sus socios actuales y pudieron cristalizar el anhelo de proyectarse como negocio.
Tecnología
Iniciaron el proyecto con algunos encargos de clientes particulares y empresariales. "Mi visión hace cinco años era integrar el sector constructor a través de un generador de comunidad que sería Nidho Arquitectura & Obra, pero identifiqué unos problemas en cuanto a desarrollo tecnológico, y ya como grupo vimos que los podíamos atacar creando una solución integradora", indica Salazar.
Decidieron ofrecer servicios desde el diseño arquitectónico hasta la visualización de los proyectos.
Julián Felipe González, fundador de Flyzoom, explica que venía elaborando una propuesta de negocio acerca de la aerofotografía y el aerovídeo, a la que se unió Nidho y de ahí salió la alianza. "En el camino nos dimos cuenta que era muy importante para el sector de la construcción y la arquitectura esta clase de servicios que resaltaban la magnitud de los proyectos de las constructoras, y que se podían vender".
González es piloto de aeronaves no tripuladas hace 16 años, y en el Instituto Tecnológico, donde estudió su secundaria, fue exaltado por su incursión en robótica.
Fusión
Salazar agrega que lo que pretenden con esta alianza es complementar los servicios de los dos emprendimientos y optimizarlos en tiempos, costos y productividad.
Con Nidho | Arquitectura & Obra ofrecen servicios especializados y personalizados frente a las necesidades del sector constructor, desde el inicio del proyecto hasta la entrega. Realizan los estudios técnicos, diseños urbano-paisajísticos y arquitectónicos, estudios bioclimáticos, diseño interior, iluminación y ahorro energético, tecnologías constructivas alternativas o tradicionales, especificaciones técnicas y constructivas, presupuestos y acabados.
Con Flyzoom ofrecen un insumo de información georreferenciada y telemétrica del territorio (para estudios rurales, urbanos, suelos, topográficos, bioclimáticos, geológicos, hidráulicos, viales, ambientales, entre otros); además de fotos y vídeomontajes en alta definición, con esto quieren mostrar cualidades urbanas y del paisaje para alejarse de la especulación que se puede generar antes de la construcción, venta y mantenimiento de un proyecto.
Los integrantes de este negocio sostienen que con la propuesta se pueden reducir costos hasta del 60%. "La innovación nuestra no solo está en los equipos, también garantizamos que se presta un servicio con conocimiento", concluyen los jóvenes.
Sobre el equipo
Para elaborar el multicóptero se importaron las partes de Alemania, y en Bogotá una persona apoyó en el ensamble. Julián Felipe González intervino en el ensamble definitivo y en la electrónica, pues se requirió de conocimientos en mecánica, robótica y creación de piezas industriales.
La aeronave
El multicóptero es una aeronave no tripulada, de vuelo controlado, tiene ocho motores, autonomía de 14 minutos por batería y puede alcanzar dos kilómetros de distancia y cubrir un campo de 250 metros a la redonda.
Cada motor puede cargar 2,2 kilogramos para un total de 17,6. El multicóptero lo controlo manualmente, lo puedo elevar y cuando está a una altura deseada se activa el GPS. Los mandos son muy similares a radiocontrol, pero lo más importante es la pericia.
Los integrantes del negocio
Julián Felipe Gonzalez, diseñador industrial, estudiante de maestría en Diseño y Creación Interactiva en la U. de Caldas; Juan Carlos Castaño, fotógrafo y estudiante de Artes Plásticas en la U. de Caldas; Andrés Felipe Salazar, arquitecto, estudiante de maestría en Administración de Negocios en la U. Nacional, y Ricardo Andrés Echeverri Hoyos, arquitecto, estudiante de maestría en Hábitat en la U. Nacional.
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