JUAN CARLOS LAYTON
LA PATRIA | MANIZALES
"Lo primero es construir un gobierno de consenso corporativo, mediante el cual se pase de los respaldos existentes a compromisos. Todos los actores se tienen que sentar a decir si están dispuestos a trabajar por esta empresa, a deponer sus intereses, y a no meterle palos en la rueda".
Con este llamado el gerente saliente de la Licorera de Caldas (ILC), Bruno Seidel Arango, presentó ayer su informe de rendición de cuentas del 2013 y sus propuestas de salida, en una entidad, que según sus propias palabras, la deja en la misma oscuridad de hace años, pero en blanco y negro.
En medio de un auditorio con unas 100 personas (entre ellas unos 25 medios de comunicación y 20 funcionarios de la ILC), y de la ausencia de varios dirigentes políticos y gremiales, Seidel Arango insistió en que a esta compañía no la salvan un gerente y un gobernador solos.
De allí su llamado al apoyo de todos los grupos de interés, incluyendo empleados, contratistas, distribuidores, proveedores, Asamblea Departamental y dirigentes políticos.
"Esta es una maleta muy pesada en un pantanero muy grande. Si solo unos jalan para sacarla, pero los otros se cuelgan de ella, la empresa no va a salir", resaltó el dirigente.
Plan de choque
Aunque hoy la destilería está pendiente de un Plan Estratégico, que se deberá conocer hacia mediados de este año, el funcionario confió en que se analice con juicio, y no vaya a quedar en los anaqueles, como otros informes que se han hecho.
"No es palabra de Dios, ni más faltaba, son unas propuestas que se tienen que definir, pero sí es claro que cada una de las 15 iniciativas, permitirá tomar decisiones más acertadas", sostuvo.
Entre ellas, el plan de retiro voluntario, en el que se estima la salida de unas 150 personas, el futuro de la planta de destilación y la reestructuración, como resultado de las dos anteriores.
Sin culpables
Dentro de los males que hoy se le endilgan a la destilería y que el gerente calificó con las siglas de DEE (Desorden Estructural Estratégico), insistió en la importancia de reconstruir el sistema de información de la compañía, el manejo de costos y hasta el modelo de internacionalización del ron.
En su balance, Seidel Arango consideró que no se puede dedicar la agenda a buscar culpables, pero sí reconoció que allí se genera una cultura del miedo y de la desconfianza.
"El clima organizacional de la compañía no es agradable para desempeñarse, a la gente le toca vivir muy maluco, porque todo el día es pensando si lo que voy a hacer me va a traer problemas e investigaciones. Todos tenemos que reconocer nuestras propias culpas y aportar", dijo.
"No me quedó grande"
En el proceso de rendición, Seidel Arango entrevistó a sus gerentes Administrativo, Comercial, de Mercadeo, Técnico y Financiero, al representante comercial de Sultana del Valle, y hasta el asesor Jorge Villegas, quien analiza el futuro de la planta de destilación.
Hacia las 11:15 de la mañana se dio paso al conversatorio que también se programó con la gerente de la Andi, Irene Mejía; periodistas como Mariela Márquez, directora de Caracol Manizales; y el columnista de LA PATRIA, Jorge Enrique Pava.
En dicho encuentro, Márquez le consultó si le asustó la pobreza de la ILC, contra la riqueza que manejó en otras en empresas que ha gerenciado.
El gerente saliente le respondió: "no creo que me haya quedado grande, y aunque me voy sin la felicidad del éxito pleno, lo hago con la tranquilidad de dejar aportes valiosos para esta compañía".
En el encuentro, Pava cuestionó los estados financieros y hasta el hecho de hacer apropiaciones por $7 mil millones en inventarios. Lo calificó de respetable, pero dijo que si los hubieran hecho por menos, la pérdida en la ILC hubiera sido menor o hubiera terminado en equilibrio.
Seidel Arango le recordó que aunque los llamados de advertencia los han hecho muchas entidades, además de la Price Waterhouse, "nunca les han parado bolas, e incluso se han hecho los locos".
De allí la necesidad de acatar y hacer una provisión, no por $7 mil millones, sino por unos $3 mil 500 millones, cifras que condujeron a que se afectaran los resultados de la empresa.
Esto, ante la salida de inventarios en las bodegas 81, 82 y 98, por etiquetas que no se utilizan y esencias vencidas, envases y empaques que no se pueden usar y producto no conforme.
Contratos y contratados
En la charla se ventiló nuevamente el nombre del actual presidente del Comité Intergremial y exrepresentante de Casa Lúker, Gilberto Saffón Arango, como contratista de la Licorera.
El gerente le insistió a Pava: "vos criticás que le entregué un contrato a Saffón Arango y resulta que fácticamente no es contratista de la ILC, pues el contrato de internacionalización del ron es con la firma Mercadeo Integral Ltda, quien a su vez contrató como consultor externo a Gilberto Saffón".
También sostuvo que es cierto que Pava no tiene ningún contrato con la ILC desde hace años.
Pese a ello, insistió en que el columnista se contradice, pues similar a Saffón Arango, Pava no tiene convenios con la destilería, pero hace parte del programa de televisión que tiene Dora Inés Grisales, quien sí firmó contratos en los últimos cuatro años con la ILC por unos $400 millones.
"En el set del programa, que es propiedad de Dora Inés, se sienta el doctor Pava, y es una realidad. Entonces certifico que vos no has tenido contratos, como también certifico que el doctor Saffón no tiene contratos con la Licorera de Caldas", dijo.
En la charla también se explicó nuevamente el contrato con el Huila, el por qué de la participación del 1% de la ILC y varios aspectos que, aseguró, no son ciertos. "Es que crear dudas en la ILC es muy fácil, precisamente por la reputación que tiene", dijo.
Al final Seidel Arango entregó una tarjeta a varios dirigentes y medios de comunicación en la que dio gracias por el apoyo, iniciativas y propuestas. "Como balance de gestión dejo una empresa con su problemática visibilizada, dejo un diagnóstico propuesto con una agenda de trabajo y creo dejar unos grupos de interés sensibilizados en pasar del respaldo al compromiso"...
Aunque ayer en la tarde hubo junta directiva en la ILC, y Seidel Arango labora hasta hoy, no hubo anuncios de un gerente encargado o de una terna para reemplazarlo.
En frases
* "Lo más importante que necesita esta compañía es recuperar la reputación y la confianza".
* "Esto no se hace de otra forma que sumando de manera transparente con todos los grupos y deponiendo sus propios intereses".
* "Es un acuerdo para rodear la empresa, mediante el cual todos los actores aporten de manera proactiva en las salidas que se requieren".
¿Qué sigue para la ILC, van a hacer sacrificios para salvar la empresa?
* Víctor Bustacara, revisor fiscal Sintrabecólicas: La empresa queda en gris, porque no se ha dicho toda la verdad. La han analizado en la cabeza y la base, pero no se mira el resto del cuerpo de esa pirámide, ahí es donde está el cáncer que se ha venido comiendo la ILC. Estamos dispuestos a renunciar y revisar las cosas, pero que se diga la verdad y que se revise la estructura de costos.
* Luis Fernando Mejía, gerente Corporación Cívica de Caldas: La situación es compleja, muy preocupante, y por eso hay que comenzar a tomar desde ya las soluciones necesarias. Es lamentable la renuncia del gerente, pero es importante que ha dejado un diagnóstico interesante que debe servir de instrumento para el nuevo gerente y tomar las medidas necesarias para salvar la empresa.
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