JHON JAIRO MARTÍNEZ
LA PATRIA | MANIZALES
Fabio Hernán Gómez López vive hace varios años en Medellín, pero no se cansa de repetir que es manizaleño y que aunque la capital antioqueña le ha dado muchas cosas, su corazón es caldense.
Él es un comerciante de profesión, pero inventor de corazón. Desde hace algunos años decidió volcar su ingenio en la creación y ha desarrollado varios artefactos robóticos que le han dado reconocimiento no solo en Medellín, sino en el resto del país.
“Desde muy pequeño me interesé por la tecnología. Cómo sería que les quitaba los ojos a las muñecas de mis hermanas para investigar por qué los cerraban cuando las acostaban”, dice Fabio, con tono jocoso.
Su primer gran desarrollo fue el “auto fantástico”, un carro marca Dogde Dart modelo 76, que se ganó en una rifa y que fue modificando hasta convertirlo en “Terminator”.
“El carro se conduce solo, tiene lo último en tecnología. Atiende comandos de voz y en la parte de atrás es una discoteca con gran sonido y luces láser".
Según Gómez López, lo que más impacta del vehículo es el reactor de hidrógeno que desarrolló. “Inventé un híbrido de hidrógeno con la gasolina o con el gas vehícular en proporciones muy prudentes para que el carro funcionara con agua. Este aparato separa las moléculas del agua y las convierte en oxígeno, que luego son expulsadas al medio ambiente. El hidrógeno es llevado al carburador por una manguera, lo que produce que el carro sea mucho más económico y con el mínimo de contaminación”, asegura.
El último desarrollo
El más reciente invento de este comerciante, sin formación profesional en electrónica, ni mucho menos robótica, son unos androides que tienen movimientos humanos.
“Los robots mueven la cabeza y lo que están mirando se muestra en una pantalla que tienen en el pecho. Además, hablan y responden preguntas. Por ahora tengo seis cabezas, distintas las cuales realizan diferentes actividades y todas están compuestas por cerebros y tarjetas electrónicas para que sean sincronizadas en el computador”, aseguró Fabio.
Según el inventor, el robot mueve los brazos y con la mano derecha puede coger cosas. Tienen movimiento del tronco y se puede trasladar por sí mismo en un pequeño carro robótico que también desarrolló.
“Ya son ocho años de trabajo cometiendo errores, haciendo daños, quemando circuitos y muchas noches en vela. Mi trabajo lo han visitado ingenieros mecánicos y de sistemas, y han quedado sorprendidos con los avances tecnológicos que tienen estos aparatos que he construido en un pequeño taller de una forma empírica”, puntualizó el inventor.
Para este manizaleño, su pasatiempo electrónico solo se basa en el entretenimiento y educación. Para él, con que las personas tengan la posibilidad de ver sus creaciones, es más que suficiente.
“Todo esto lo hago para visitar universidades y colegios donde el mismo androide da charlas sobre conciencia ambiental y de paso dejó ver que con creatividad, ganas y una buena disciplina se puede lograr lo que uno quiera, siempre en manos de Dios que me dio la creatividad”, finalizó Fabio.
Otros desarrollos
Además de los androides y el carro “terminator”, Fabio Hernán López trabaja en el desarrollo de una casa robótica inteligente. “La mayor parte del tiempo la dedico a crear aparatos que mejoren la vida de los seres humanos”, asegura el inventor.
Entre otras cosas, está diseñando un rastreador de personas que se programa con los signos vitales, para que en caso de que lleguen de gravedad a un hospital, se pueda establecer con un lector similar a un código de barras, el estado del paciente.
El dato
Si desea puede escribir a fabitoautofantastico@hotmail.com para que comente las creaciones de este manizaleño.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015