El alemán Nico Denz (Bora Hansgrohe)

Foto | EFE | LA PATRIA Nico Denz (Bora Hansgrohe).

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El alemán Nico Denz (Bora Hansgrohe) se impuso al esprint en la décimo cuarta etapa del Giro de Italia disputada entre Sierre (Suiza) y Cassano Magnago (Italia), de 194 km, y firmó su segunda victoria en esta edición después de la lograda el pasado jueves en un día en el que el francés Bruno Armirail (Groupama-FDJ) se convirtió en el nuevo líder.

Día histórico para Armirail, que se convierte en el primer ciclista francés en vestirse de rosa en el presente siglo. El último que lo logró fue su compatriota Laurent Jalabert en 1999. El de Groupama-FDJ se aprovechó de la nueva pasividad del pelotón, en el que se encontraba Geraint Thomas (INEOS), que cruzó la meta a más de diecinueve minutos de desventaja.

Otra etapa pasada por agua en el Giro, esta vez en un recorrido que comenzó en Suiza, volvió a apagar las revoluciones de los grandes, escondidos en el pelotón a la espera de la semana clave en la que se decidirá todo.

Los dueños de la carrera volvieron a ser los escapados tempraneros, algo que se está convirtiendo en un clásico en esta edición, donde los atrevidos no necesitan mucho más que mantenerse sobre las dos ruedas, complicado muchas veces por el temporal, para no perder la ventaja que hayan conseguido, sea cual sea.

En un inicio la escapada llegó a estar formada por hasta treinta corredores, pero fue reduciéndose hasta quedarse en cuatro, Davide Ballerini (Soudal-QuickStep), Laurenz Rex (Intermarché-Circus-Wanty), Stefano Oldani (Alpecin-Deceuninck) y Toms Skujiņš (Trek-Segafredo), que llegaron a alejarse hasta 50 segundos del grupo perseguidor ante un pelotón cada vez más apagado, que renunció a la pelea bajo la lluvia.

Pero a falta de 10km, el grupo de cuatro corredores que parecía iba a alzarse con la victoria, vio cómo el primer grupo perseguidor empezó a recortar segundos hasta que emergió la figura de Denz para darle un poco de luz a este oscuro Giro marcado por el agua, los abandonos, el covid y las caídas.

El alemán sacó fuerza en los metros finales y consiguió engancharse a tiempo para rubricar su segunda victoria en el Giro con un esprint con el que paró el crono en 4h y 37 minutos a una media e 42.5 km/hora. Solo el canadiense Derek Gee (Israel) pudo aguantarle el ritmo y acabó, por tercera vez en lo que va de competición, segundo, mientras que la tercera plaza se la adjudicó el italiano Alberto Bettiol (EF).

El Giro sigue igual. Los gallos principales sigue escondidos en el pelotón, dejando el protagonismo a las fugas, que se disputan bañadas por agua las victorias antes de una semana clave en la que se disputará todo. Armirail puso la única novedad al vestirse de rosa.

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