Al Once Caldas se le quedó el goleador fuera del avión para la final de 1993

Osvaldo Hernández

LA PATRIA | Manizales

La noche del martes 25 de mayo de 1993 el Once Caldas, que esa época se llama Once Philips, por lo del patrocinador, se subió al avión que lo iba a transportar de Bogotá a Barranquilla para jugar el primero de los dos partidos por la final de 1993 o definición del punto de bonificación. Este torneo no daba estrella, pero sí el punto de bonificación.

Directivos, técnicos y jugadores se acomodaron. Esperaban que cerraran las puertas, dieran las indicaciones y alzara el vuelo. Y vino una azafata y llamó al goleador Miguel Asprilla a la puerta y el artillero salió sin ningún tipo de precaución.

El Once, en ese entonces, era dirigido por Carlos "Piscis" Restrepo y tenía una nómina tipo integrada por Óscar Córdoba, Robeiro Moreno, Jairo Murillo, Martín Caicedo, Guido Torres, Martín Zapata, Hárold Morales, Fabián Martínez, Blass Agustín Romero, Jaír Abonía y el goleador Miguel Asprilla.

Cuando Miguel Asprilla salió del avión, la puerta se cerró: "Y no hubo poder que la hiciera abrir de nuevo, hasta raro se vio eso. Lo cierto del caso fue que nos fuimos para Barranquilla sin nuestro goleador, el desespero fue total", recuerda Víctor Eduardo Pérez Castaño, presidente en ese entonces del equipo.

El equipo llegó a Barranquilla y los dirigentes tuvieron que "voltear" parte de la noche para que "Miguelón", así le decían, pudiera llegar a la capital del Atlántico: "Ya ni me acuerdo de todo lo que tuvimos que hacer, pero Miguel arribó a Barranquilla sobre las 2:00 de la mañana. Mejor dicho, llegó y se dedicó a descansar", recuerda Pérez, que se integró al Once en 1989, al lado de Roberto De Valencia, Nicolás Jaramillo y Ómar López, entre otros.

"Creo que Miguel se bajó porque le estaban ofreciendo un contrato comercial, algo así", recuerda Pérez Castaño.

El partido se jugó el jueves 27 el quedó 1-1. Por el local anotó el paraguayo Adriano Samaniego y el visitante empató con autogol de Luis Grau. 

El 3 de junio en Manizales, con medio estadio, porque se construía el nuevo Palogrande, el Once le ganó 3-2 al Junior y celebró con sus aficionados. Miguel Asprilla hizo dos de los tres goles; el tercero fue de Fabián Martínez. Por el Junior descontaron Oswaldo Makenzie y José Hernández.

Para muchos este fue el primer paso que el Once Caldas en el proceso que pulió con los años y que le permitió 11 años después ser campeón de la Liga Colombiana y de la Copa Libertadores de América.

Asprilla, al finalizar el año, con 27 goles convertidos, se fue al Santos Laguna, de México.