Jorge Eliécer Zapata
LA PATRIA | SUPÍA
"Lo que no hace Santa Ana no lo hace mi Dios", reza un dicho popular en la comunidad afrocolombiana de Guamal en el municipio de Supía, que resume la fe y la veneración que los habitantes de este caserío han puesto en esta bienaventurada desde hace 200 años, cuando Ana Josefa Moreno, ama esclavista, dueña de negros y de tierras, dio comienzo a las celebraciones en honor a la santa el 26 de julio, en el primer templo que tuvo la comunidad autorizado desde 1798 por el obispo de Popayán. Este evento de carácter religioso no ha dejado de realizase en todo ese tiempo y aunque ya no tiene el furor de hace unos años si convoca peregrinos de pueblos vecinos a Supía.
Llegaron los esclavos
Los negros llegaron al sitio denominado El Molino en 1712 traídos por doña Josefa de Franco y Borja y vendidos luego a don Simón Pablo Moreno de la Cruz quedando al morir este en manos de su hija Ana Josefa quien en su misticismo se dedicó a difundir el culto a través de la construcción de la capilla, la entronización de las imágenes de Santa Ana, San Joaquín y la Niña María y la imposición de los nombres de estos a sus esclavos. Por lo anterior en los registros parroquiales de Supía son con el correr de los siglos centenares de personas de la comunidad las bautizadas con los nombres de Ana, Ana María, Ana Joaquina, Joaquín de Jesús, María Joaquina, o los tres nombres combinados de otra manera. Aún hoy se encuentran muchas personas bautizadas así haciendo honor a los titulares de esta devoción religiosa. El color negro de la piel, el culto a Santa Ana y el fervor por las ideas del partido liberal, hacen del negro guamaleño un tipo único en la región en la que existe también el asentamiento de El Llano de Marmato.
Milagros
Santa Ana tiene una clientela fija. A ella recurren las señoras con dificultad para lograr un embarazo, pues la tradición cristina ha difundido la versión que dice que Santa Ana, madre de la Virgen María, concibió a ésta a edad avanzada. Los pedidos se realizan con visitas a pie desde donde se vive hasta la capilla del caserío. Generalmente esta peregrinación la realizan los días lunes a ofrecer un rosario, escuchar una misa o encender algunas lámparas. La otra creencia que tienen los feligreses es que "Santa Ana da casa", por lo que de la misma manera se realizan las peregrinaciones pidiendo el milagro. Este lo corroboran la cantidad de llaves que en constancia de agradecimiento van colgando de las enaguas de la imagen. Algunos la denominan "la virgen de las llaves", y para visualizar estos testimonios se debe levantar un poco la falda de la santa.
La fiesta
Cada año desde el 17 de julio y hasta el 26 del mismo mes, los negros de Guamal dedican sus esfuerzos a la celebración de la fiesta patronal. Primero nueve noches de novena, rosario y misa, pólvora y banda de música, y el 26, misa cada media hora desde las siete de la mañana hasta las tres de la tarde, cuando sale la procesión. Venta de cirios, velones y estampas con la figura de la santa, y desde luego comestibles que son una muestra de las comidas típicas de los ancestros negros, como lo son los pandiornos, los panderitos de almidón y miel de caña de panela, empanadas de cambray, aloja, sancocho guamaleño y guarapo de caña, además de los productos con base en el maíz, común también a las comunidades indígenas como el envuelto, la arepa de chócolo, los chiquichoques, los bollos de maíz y la mazamorra, pues entre estos dos grupos humanos se ha formalizado un fuerte mestizaje en todos los campos.
La religiosidad de la comunidad negra expresada en el culto a Santa Ana, las gracias manifiestas en los milagros que encuentran quienes desean un hijo aún tarde en la vida, o la adquisición de una vivienda, son vistas como una expresión de verdadera identidad que agradecen colocando a la imagen sus alhajas de oro, únicamente ese día del año y que ha poseído por espacio de 200 años este símbolo de la unidad de la raza negra en un territorio al que han penetrado todas las expresiones de la vida moderna, sin variar para nada el legado de sus mayores. La ceiba que se levanta majestuosa en el centro de la plaza como símbolo de libertad, ya en una segunda siembra, testifica la constancia del negro en la fe de sus mayores.
Guamal
Está ubicada dentro del Resguardo Loma Prieta.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015