portada

Foto | Luis Fernando Trejos | LA PATRIA

 

Reclusos, dragoniantes y particulares disfrutaron de la jornada artística que se vivió el pasado viernes en el Centro Penitenciario La Blanca. Allí los asistentes disfrutaron de las manifestaciones culturales que quedaron recopiladas en un libro con las vivencias de los internos. El evento llegó a su sexta edición.

 

Autor

La pluma y el papel es para muchos de los internos del Centro Penitenciario La Blanca de Manizales, dos instrumentos que plasman el lenguaje del alma. Así lo expresaron en la sexta edición de Cápsulas de Cultura, evento que busca recopilar cuentos, reflexiones, poesía, autobiografías, entre otras manifestaciones culturales, de un privado de la libertad.

La cita fue el pasado viernes para presentaron el libro El Camino de la liberación, donde los reclusos almacenan y desnudan sus memorias. Desde las 8:00 a.m, familiares y amigos compartieron un algo con los protagonistas y los acompañaron en su día.

Previo a la repartición de ejemplares literarios al público, hubo intervención del director del Centro Penitenciario, Cristian Torres Arias, quién exaltó el rol del la cultura como eje transformador.

También Luz Mery Toro, coordinadora del área de Tratamiento y Desarrollo, complementó la idea de Torres resaltando el éxito del ejercicio de escritura. Sin embargo, todas las miradas se la llevó Camilo Varela Quintero, autor intelectual del proyecto.

"Nunca me imaginé estar recluido en un centro penitenciario, pero junto a mi familia hicimos un ejercicio de resistencia para todo lo negativo que es esto. Ya había trabajado anteriormente con comunidades vulnerables", apunta Varela.

 

Escritura para el cambio

Varela Quintero creó la iniciativa Lee y Escribe Tu Mundo, un proyecto que comenzó con el fin de resocializar a los internos valiéndose de la escritura como medio para exteriorizar las sensaciones que produce el encierro.

"Nos basamos en la filosofía de la liberación de Dussel y en la pedagogía popular de Freire. Muchos de los reclusos tienen una historia que contar. El solo hecho que los escuchen, ha hecho que personas con adicciones y problemas complejos que nadie quiere abordar, logren un gran paso hacia adelante en su proceso de cambio", explica.

Añade que es la sexta vez en que se desarrolla la actividad a pesar de que en anteriores ocasiones el proyecto entrara en conflicto con los fines de la cárcel. "A veces es difícil crear los espacios porque en los centros penitenciarios por lo general existen para ser represivos y este evento es todo lo contrario", afirma Varela.

Así mismo, algunos de los reclusos manifiestan que el ejercicios ha sido de utilidad para recuperar un baluarte que habían perdido: la cercanía con sus seres queridos. "Mi novia es mi inspiración. Me gusta pensar en ella porque me ayuda a sobrellevar el encierro.

Mis poemas van dedicados a ella. Me han vuelto un hombre romántico", dice Wilson Medina. Otros sienten que les permite soñar y aspirar a reinsertarse nuevamente en la sociedad.

"Quiero vivir del arte y el dibujo, pero principalmente, volver a estar con mi familia como se debe", asiente Ricardo Patiño. Finalmente la jornada cultural culminó con una manifestación musical que reunió a dragoniantes y reclusos en un mismo ambiente.

 

 

Cárcel

Fotos | Luis Fernando Trejos | LA PATRIA

Con asistencia completa. El público se reunió para escuchar a los escritores leer sus textos.

 

 

 

De izquierda a derecha: dragoniante; Jaime Castaño, subdirector; Cristian Torres Arias, director de La Blanca; Luz Mery Toro, coordinadora de Tratamiento y Desarrollo; Camilo Varela Quintero, creador del proyecto.

Temas Destacados (etiquetas)