El aleteo de los poetas caldenses

Mariposa verde - Reunión de la poesía de Caldas (Volumen 1) reúne a 13 poetas variopintos en estilo y fama. Aquí no se trata de una selección crítica, sino de reunir lo que Flóbert Zapata llama "una semilla de hermandad y fraternidad a contravía del individualismo y la soledad infecta".

Es decir, es una cofradía que se reunió para hacer lo mejor que se puede hacer entre poetas: versificar, publicar, leer y comentar. Por eso son diferentes las temáticas, los estilos y las edades.

Este libro es un grato encuentro con viejos conocidos como el mismo Flóbert, Carlos Mario Uribe y José Edilberto Zulauga, con constantes personajes de las letras como Héctor Hernando López, Luis Eduardo Guasar, César Augusto Cifuentes, Jorge Eliécer Triviño o Adán López, y con las siempre osadas María Resfa Loaiza, Teresa González, Luz Helena López, Gloria Socorro Valencia y Diana Toro.

Para quienes seguimos las letras caldenses estos nombres no son nuevos, aunque para muchos podrán resultar una novedad uno que otro, pero esto sucede por la pobre circulación de nuestra literatura caldense y ni hablar de la poesía. Ni blogs ni páginas web logran brindar la certeza y perennidad del libro impreso.

Así que el esfuerzo de estos versificadores y prosistas -porque hay poemas en prosa- es más que loable y si además nos encontramos con renglones de alta factura como pueden apreciar los lectores en esta selección que hago para Papel Salmón, se darán cuenta de que hay talento y con quién, lo que no existe es apoyo, como no me cansaré de repetirlo.

Vendrá atada la pregunta de los lectores a esta publicación. ¿Y dónde se consigue el libro? Y como suele suceder con nuestras publicaciones locales, la respuesta es: con cada autor. Todo, porque para poder ver impresa la obra, cada autor debió pagar de su bolsillo un porcentaje. Es una lástima que cueste tanto publicar al talento, mientras sobran recursos para los áulicos de la Secretaría de Cultura de Caldas y para el cantinazo promovido por el Instituto de Cultura de Manizales.

Espero que puedan conseguir este libro, que anuncia la llegada de otros volúmenes. Bien por los poetas que siguen siendo los soñadores que impulsan sus sueños como sea, como siguen escribiendo poesía en tiempos del nada metafórico reguetón. Poetas que aletean tímidamente como mariposas, pero siempre con la esperanza de remover huracanes en el alma de sus lectores.

#HablemosDeLibros, de poesía y de la impotancia de leer a los autores locales, los conocidos y los nuevos. Así se forjan los verdaderos diálogos culturales.

Poetas que aletean tímidamente como mariposas, pero siempre con la esperanza de remover huracanes en el alma de sus lectores.

EL RECUERDO, TORTURA

"¡Cuidado!

Escritoras a la vida..."

Berta Lucía Estrada

 

Siente miedo a la noche

los recuerdos de infancia

le recorren la piel, el alma

las entrañas.

 

Monstruo despiadado

ojos oscuros

lobo hambriento

disfraz de ángel tutor.

 

No escribe la nostalgia,

suciedad, ultrajo, ni lluvia

que moja las mejillas

en las noches mustias.

 

Gritos ahogados, silenciados

bajo las sábanas.

Penumbra, que persigue

y oprime.

Es una tortura

mirarse al espejo.

La muerte es un camino

que empieza a recorrer.

María Resfa López Giraldo

 

CÓMPLICES

Títeres verdes

revisaron sus armas

niñas impúberes

gritaron de espanto

la noche siniestra

llegó al mediodía

después del silencio

somos todos culpables.

Héctor Hernando López Hincapié

Sin título

Hacer el amor en la mañana

rebujar horas matinales

en burbuja de inmensidad

bodas de simples cosas.

Dios hizo el mundo

en horas de la mañana

brazo libre y sentido

de miradas esquivas

entró en el mundo

dejó el verbo en el alba.

Frescura de soledades

vientos sin adversidades

coronan una locura

de sentir el lado oscuro

de la materia imberbe y solaz

versión mañanera del vacío.

José Edilberto Zuluaga

III

Ahora sé que nunca haré el amor contigo

más que con palabras,

y te enlazaré a mis escritos,

y sacudiré tus poros con letras,

y al terminar el poema

solo gemidos y un punto,

un punto suspensivo,

hoy más que nunca sé

que jamás haré el amor contigo

más que con palabras.

Luz Helena López Herrera

DE HOMBRES CANSADOS

Solo háblanos vida esta noche

de hombres cansados.

De aquellos que tanto murieron

y están esperando.

Plebeyos que mascan sin ansia

la flor del cadalso.

Visiones que imitan con huesos

la estela de un barco.

Solo háblanos vida de noches

en cuerpos humanos.

Solo háblanos vida esta noche

de cómo nos has engañado.

Flobert Zapata

VOZ EN LA TUMBA

Homenaje a María Cano Márquez

Y acallaron su voz, como a tantos le hicieron

no importa si es Francia, Inglaterra, Ecuador.

El que clama justicia tiene un negro destino

ilusión solo asiste de un mañana mejor.

 

Lideró muchas huelgas reclamando derechos.

A los presos sociales con presteza ayudó,

fue testigo de muertes, de opresión, de masacres.

Y a concebir esclavos en su cuerpo, impidió.

 

En las luchas sociales, con esfuerzo, vio el triunfo.

Fue "La flor del trabajo" que derechos selló.

Constató humillaciones y sucesos violentos

que de nuevo a la Patria en dos bandos abrió.

 

Para los sindicatos logró reconocimiento

y de una "Ley Heroica" obtuvo la sanción.

Se afilió en un partido de lucha por los hombres.

Un partido social que la desconoció.

 

El olvido fue el pago a su lucha de clases.

Solo con su muerte escucharon su voz.

Un desconocimiento para un altruismo loco,

que quiso ver los hombres, como lo hizo Dios.

Gloria Socorro Valencia Benjumea

MATO EL TIEMPO

A veces distraigo el tiempo a veces

acariciando las notas de la guitarra,

o escribiendo algunas sensaciones tuyas,

 

o siendo el sembrador de matas

y flores del solar,

 

o caminando por los andenes

andenes de la ciudad con el estampado

tapabocas,

 

o viendo caer el invierno cuando

cuando en desatados gritos me llama,

 

o confundiéndome entre las cosas

que amas,

 

o esperando al sol que llegue

a las esquinas de las calles o viendo cómo

cómo pasas, pasas, por un lado.

 

Así mato el tiempo esperando una

una sonrisa tuya en una sopa de letras.

 

A veces distraigo el tiempo a veces.

Luis Eduardo Guastar Montes

TANGO DE PASOS

El tac-tac-tac de sus tacones

siempre me obsesionó desde niña.

Recuerdo con amor,

como me sentaba a esperar esa música,

casi idílica, casi celestial de sus pasos.

 

No entendía su llegada

sin su taconeo constante

mis oídos buscaban entre el ruido

a veces gris de la calle

el tango azul de sus zapatos.

 

Como el tacón sobre el pavimento,

muchas veces me imaginé

el perfecto tono de un tango,

y cuando entendí por primera vez alguno,

mi corazón latió desesperado

buscando entre montañas de sonidos

aquel baile de sus pasos.

 

No comprendo su llegada sin un tango,

y es que entre tantos caminos,

algo en mí se ha desquiciado

y he olvidado que los pasos son solo pasos

y los tangos, solo tangos.

Diana Toro Ángel

Sin título

Todas las jornadas

intento como un mago

transformar mi realidad,

unos días basta mi imaginación,

otros acudo a la poesía,

otras veces el día se desarrolla como un ensayo,

en ocasiones todo es un cuento

pero sé que mi vida es una novela.

Definitivamente la literatura me persigue

y consigue salvarme el día.

César Augusto Cifuentes Arcila

Exhortación

Evita

-¡oh alma errátil!-

volar por la senda oscura,

busca siempre la luz

que el astro rey

difunde por el bosque

con grácil hermosura.

 

Busca la miel

-diáfana, y de oro-,

que se halla en el cáliz

como dádiva divina.

 

Vuela siempre

buscando las alturas

y solázate con la gama

de tonos y colores

sin parar de la alborada.

Besa las flores,

y roza el aire

con delicia.

 

¡Haz todo

con mágica ternura!

 

Un día

tocarás el infinito,

pues tu vuelo

habrá dejado

una estela de luz

sobre toda la tierra.

Jorge Eliécer Triviño Rincón

Juliana

Con mis ojos recorro el camino que conduce al lugar en donde tuve mis afectos. Cansado, vencido, reticente e infiel, soy quien soy; un Ulises que el cielo no rechazó ni tuvo en cuenta.

¿A dónde irá Juliana con su alegre sonrisa, su mirada de ensueño, su carita de geisha, su nariz respingada y su boina azul media noche como su alma enferma? Al mar, a la mar o a la niebla.

No es que quiera olvidarla, deshacerla en el tiempo; la recreo en la lluvia y en todo lo que percibe el ensueño. En la sombra que pasa; en el niño extraviado que una tarde se aleja. En aquellos claveles que florecen en mayo, en la brisa que pasa deshojándose luego.

En la calma infinita de las noches de invierno, cuando todas las penas se adormecen y siguen reposando en sus nidos. En la paz del olvido hay un ser que la añora. Hay serenida en las aguas, en el aire un sonido delicado que aquieta, un temblor de rocío sobre augustas violetas.

Adán López L.

NIEBLA

Arderá sobre el borde de las cosas

iluminará de nubes el centro de la luz:

al deambular bajo los aleros de los días

habrá niebla la hora de mi muerte.

El liquen segará efigies de tu cuerpo

brotando a borbotones de mis párpados:

aquello tuyo que apenas me sobrevive.

¡Solo niebla entre tu cuerpo y el mío!

Carlos Mario Uribe Álvarez

UTOPÍA DEL AMOR

Eres árbol que protege

río que humedece

viento que besa

luz que ilumina.

Eres el amor

por el que canto,

la nube que atisbo

en el sueño delirante.

Caminan tus ojos por mi cuerpo

cual brisa del otoño;

eres playa de juegos

y de risas

me baño

con las arenas

de tu alma.

Teresa González García

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