Con todo el respeto que ustedes se merecen y con toda la convicción que me asiste en mi condición de sacerdote desde hace 51 años, y gracias a Dios en la fe de mis mayores, quiero invitarlos a ejercer su derecho y deber al Voto en las próximas elecciones para la Gobernación de Caldas, el próximo 25 de agosto.

Tuve el privilegio, inmerecido por supuesto, de ser propuesto candidato a la Gobernación de Caldas por un destacado grupo de congresistas a quienes agradezco desde el fondo de mi vida y de mi corazón la deferencia tan grande que tuvieron conmigo.

Su generosidad desbordó toda posibilidad. Consultado el Derecho Canónico que rige nuestra Iglesia Católica me impuse sobre las obligaciones que acarrearía la aceptación a dicha postulación. Mi arzobispo habría tenido que suspenderme las Licencias Ministeriales por el lapso que durase el compromiso gubernamental en el supuesto caso de haber ganado la nominación y, por supuesto, no estaba en condiciones de exponerme a dicha suspensión, pues mi esencia vital es el Sacerdocio que he ejercido por 51 años hasta el día de hoy.

Agradezco igualmente el apoyo y acompañamiento del Dr. Guido Echeverri Piedrahíta, anterior Gobernador y de un sinnúmero de personas y entidades que quisieron acompañarme en este evento.

Así, que ante la Justa Electoral y frente a una nómina excelente de candidatos, mi deber es invitar a los ciudadanos y ciudadanas caldenses a ejercer el sagrado Deber de Votar, teniendo bien presente que los malos gobiernos los hace los que no votan. La abstención gana siempre en contra.

Caldas requiere la atención y el cuidado de todos. Solamente en la participación electoral, y optando por el candidato de su preferencia lograremos el objetivo final: 30 meses de un buen gobierno que proyecte hacia adelante los mejores propósitos en la educación, la salud, la infraestructura para el departamento que un día fuera el Departamento Modelo de Colombia.

No dejemos que la inercia nos impida lograr los fines que perseguimos. Oficiemos como buenos ciudadanos y tratemos de inculcar en nuestros vecinos y amigos la decisión de sufragar. El voto es ejercicio ciudadano que requiere conciencia, respeto y generosa entrega de cada uno a fin de lograr entre todos el éxito de un gobernante probo y honesto.