Después de recorrer Machu Picchu nos quedan algunos lugares interesantes y también importantes por visitar. El primero es Ollantaytambo. Los tres sitios incaicos arqueológicos más importantes del Perú son: Machu Picchu, Ollantaytambo y Choquequirao. Conozco los dos primeros.
Ollantaytambo se encuentra al extremo del Valle de Urubamba, donde este se cierra, para dar espacio y paso solamente al ferrocarril que lleva a Aguascalientes. La fortaleza fue construida en el sitio de confluencia del río Patakancha con el Urubamba, a 2.800metros sobre el nivel del mar. Fue Pachacutec, el más grande de los emperadores incas, el que levantó esta fortaleza que fue también pueblo de alojamiento. Durante la época de la conquista la fortaleza sirvió de refugio a Manco Inca Yupanqui. Allí opuso resistencia al invasor y cuando la situación se hizo insostenible huyó por el cañón hacia la selva de Vilcabamba donde fue perseguido, apresado y luego vilmente ejecutado.
Quizás sea la conquista del Perú la más ignominiosa y detestable entre todas las que los españoles llevaron a cabo en América, por la felonía, mala fe y crueldad de los invasores. Llaman la atención las poderosas murallas, los andenes y el Templo del Sol de Ollantaytambo. Los andenes no tenían intención agrícola, como en casi todas las ciudades incas construidas en declives de montañas, sino carácter defensivo. Recorrimos toda la ciudadela y subimos sus empinadas escaleras. Llama la atención el hecho de que todavía una parte de Ollantaytambo esté habitada.
El destino siguiente fue Moray. Es un lugar de impactante belleza. Se trata de una serie de andenes circulares, construidos a manera de las graderías de un teatro griego, totalmente cerrado. El sitio se encuentra a 3.500 metros sobre el nivel del mar. El conjunto es de una plasticidad impresionante. Fue descubierto para el mundo el año 1932 por Shirppe Johnson. Se puede pasar de un andén a otro, ya sea para bajar o para subir, mediante unas piedras salientes a manera de escalones. Estas piedras se llaman sarunas. Los investigadores dicen que estos andenes eran experimentales para cultivos de diferentes pisos térmicos. Los andenes de abajo son más húmedos y allí la temperatura es más alta y va disminuyendo a medida que se va subiendo. Se cree que allí se experimentaba con la coca y otros dicen que con la papa. La mayor diferencia climática ocurre en los meses de mayo, junio y julio y los meses de siembra eran agosto, septiembre y octubre.
A siete kilómetros de Moray se encuentra otro fascinante lugar. Se trata de las salinas de Maras, que fueron explotadas ya desde el incainato. La sal era utilizada como intercambio con productos de otras regiones vecinas. En este punto recordamos que los chibchas, que también explotaban la sal, la utilizaban igualmente como producto de trueque igual que hacían con mantas de algodón. Al norte de Neiva y cerca de Aipe, lugar que puede utilizarse como entrada para el desierto de Tatacoa, hay una famosa piedra, con inscripciones y dibujos grabados, llamada simplemente "el petroglifo de Aipe", y se dice que indica el lugar donde las tribus de la sabana de Bogotá bajaban a hacer trueque de productos con comunidades que vivían en el Huila. El paisaje de Maras es hermoso: las pocetas de sal, unas llenas de agua salada y otras secas y repletas de sal, se encuentran ubicadas en una ladera. Un caminito permite adentrarse en este "jardín" de sal. Los turistas pueden comprar artesanías hechas en sal en el centro de información.
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