La mente juega contigo cuando se inventa mil historias y pesadillas con un solo título: El túnel del miedo.
Los muchachos aciertan cuando dicen que una persona se “empelicula” o se “mete en un rollo”.
La pregunta es ¿cómo salir de ese oscuro túnel? Solo con el poder de una fe con fuertes raíces.
Entonces manejas tu mente y, cuando ella fantasea con lo peor, tú la pones en la luz con incesantes actos de confianza.
Necesitas estar conciente y parar a tu mente cuando ella comienza a farfullar y a enfocarte en lo peor.
Tu labor es creer sin un atisbo de duda mientras te dices: Confío, todo va a estar bien, esto va a pasar; Señor, eres mi fuerza.
No es fácil, pero el secreto es persistir y visualizar los mejor en estado de relax con los ojos cerrados.
Controla tu mente, ora asiduamente y recuerda que cuando tu fe crece, los miedos decrecen y se van.
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