Los calvinistas holandeses sufren una epidemia de sarampión por su negativa a vacunarse.
Son unos 600.000 y se aferran a su fe al pie de la letra porque hay un "plan de Dios con pruebas que envía a sus criaturas".
Ya hay 466 casos en niños, pero se calcula que la cifra es 10 veces mayor. 5 casos son muy graves.
El predicador Arnold Huijgen despotrica contra las vacunas y sentencia: "Los virus forman parte del plan de Dios".
Todo esto suena absurdo, pero es lo normal cuando la fe se vive con fanatismo y sin pensar.
Sin llegar a esos extremos también acá hay templos en los que los fieles son un manso rebaño manipulado.
De verdad que a veces la religión si es un opio y en nombre de Dios se hacen tantas estupideces. ¡Pobre Dios!
Ojo, nunca tragues entero, piensa, usa tu mente y no seas un dócil borreguito. Dios no es como lo pintan.
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