Cuando un rector de universidad es un advenedizo en las labores propias de la educación superior, incluyendo la administración, aparecen las falencias que nunca deben presentarse en su gestión. Ellas inciden en la capacidad de dirigir una institución, estatal o privada, para beneficio de la sociedad, quien finalmente prohíja al establecimiento. Ser rector universitario es un honor magno, implica un compromiso ineludible y permanente con su entidad, con todos sus integrantes, quienes han confiado en él, y con la población de la cual derivan sus estudiantes.

Con la sabiduría que lo caracteriza, el doctor Moisés Wasserman Lerner no quiso presentarse a un tercer período rectoral, pero continuará ligado a la Universidad Nacional de Colombia, apropiado y merecido para él y la universidad, en las labores que le han llevado a una fructífera vida como profesor, hasta alcanzar, antes del rectorado, la condición de profesor titular. Hay una gran diferencia con otras universidades que cometen el grave error de borrar, por razones a veces inconfesables, aceptadas debido a la pusilanimidad de algunos directivos de alto rango, a sus pensionados de elevadas calificaciones académicas.

No era un embeleco ni un atrevimiento haber estado de acuerdo con que Moisés Wasserman llegara a la rectoría de la universidad más importante del país, si es que puede haber clasificaciones cualitativas. Pero cuando hay razones para enunciar sin riesgo esta afirmación, no hay posibilidad de equivocarse.

Cuando llegaron los escalafones a la educación, éstos se fueron instalando paulatinamente y hoy muchos caen, a veces peligrosamente, en las calificaciones cuantitativas de las entidades educativas con los consiguientes riesgos de olvidar a las personas y su formación, no siempre ligada a números, categorías y proporciones. Así que las gestiones en educación no deben ser exclusivas de mediciones matemáticas, porque de ser así, no habría diferencia con una fábrica sin responsabilidad social. El domingo pasado Benedicto XVI afirmó la necesidad de la formación por encima de la instrucción. Tiene razón inmensa el Papa.

Acaba de ser publicado el informe de gestión de Moisés Wasserman luego de seis años al frente de la universidad. Un extenso documento de 224 páginas, completo desde el enfoque académico-administrativo.

Hay que destacar en el profesor Moisés Wasserman su especial papel en la defensa de la universidad estatal y específicamente de la Universidad Nacional de Colombia, cuando mediante diferentes escritos analizó la situación financiera de la entidad y la necesidad inmensa e irrenunciable de un mayor aporte financiero estatal por cuenta de su indeclinable dependencia jurídica de la Nación. Sin contar que la institución tiene un presupuesto de 1,18 billones de pesos (0,672 de la Nación y 0,508 de recursos propios), - con 49 mil estudiantes, 2.974 profesores y 127 mil aspirantes anuales. Definitivamente, la universidad más grande de Colombia, pero no de América Latina.

Fue un rector serio, como serias son sus actuaciones académicas y administrativas. No es dado a claudicar sin fundamentación, porque cuando adquiere un compromiso lo hace a conciencia de lo que puede hacer y donde tiene que luchar para conseguir sus logros en bien de la institución, lejos de los halagos y prebendas personales. No los necesita.

Fue un rector realista al reconocer que las tareas en la Universidad Nacional son interminables, como lo deben hacer las demás universidades porque sí son centros máximos de educación superior. Jamás se acabarán las metas ni los procesos para lograrlas, mantenerlas o mejorarlas. Paradójicamente, soñó siempre con una entidad colosal para Colombia.

Esta universidad, que lleva la primacía en el país, ha tenido la virtud de tener excelsos rectores, como Moisés Wasserman, y magníficos vicerrectores en sus ocho sedes. Las cifras, que son la medida matemática de la realidad, demuestran su liderazgo. Lamentablemente, como él mismo lo reconoce, no fue posible consolidar el Hospital Universitario durante su gestión, pero la tarea continúa.

Nota: En la Manizales universitaria, aún no hay noticia sólida del Hospital Universitario.