"La problemática de la comuna San José es muy grande, qué bueno que haya desarrollo pero no se debe atropellar a la gente, la infraestructura sin lo social no es nada". Este es el testimonio de una persona de San José, un proyecto que inicia como un sueño para dar solución a problemas de oportunidades y calidad de vida de los habitantes de varios barrios que conforman la Comuna. Un tema complejo que, como lo dice el siguiente testimonio de un habitante de San José, pide a gritos soluciones.

"No se trata solo de hacer una avenida y unos apartamentos, hay que mirar la situación económica, social y laboral de las familias que están allí; también la educación, no tenemos acceso. ¿Por qué somos tan poco letrados? Porque no tenemos acceso a la universidad, porque escasamente la primaria y la secundaria, no se puede llegar a la universidad. Ustedes dirán que hay muchas oportunidades pero ‘qué pena’ no las hay. Las universidades oficiales están para los que tienen capacidad de adquisición y vienen de colegios privados y están en condiciones de pasar una prueba, cuando los muchachos de la comuna van a ir allá ya los otros los han superado y no pueden entrar".

Me pregunto por dónde deberían empezar las soluciones. Desde una lógica simple, podríamos decir que sería interesante empezar por el principio; esto quiere decir revisando la historia, lo que se hizo y se dejó de hacer y sobre todo, tratando de poner sobre la mesa, con total honestidad los errores que se puedan haber cometido.

Como lo señala esta persona de la comunidad, una lección a tener en cuenta hacia el futuro, es que la falta de oportunidades, ingresos y calidad de vida no se solucionan mediante obras de infraestructura. El desarrollo tiene que ver, por supuesto, con la calidad del espacio público y de la vivienda, pero principalmente con la capacidad de las personas para hacerse cargo de su realidad, de participar en los procesos de la sociedad y de aportar a la generación de nuevas oportunidades para sí mismos y para otros.

La situación de San José parece muy compleja ahora y probablemente han aparecido asuntos nuevos por cuenta de los vacíos en la planeación del proyecto y en la falta de una mirada integral del tema; sin embargo, pensaría que la forma en que se ha manejado el Macro Proyecto pone sobre la mesa una situación que ya era difícil en esta comunidad.

Me viene a la cabeza en este momento la famosa frase de Einstein: ‘No podemos resolver los problemas de hoy pensando de la misma manera que cuando los creamos’. Después de haber escuchado la semana pasada, en un conversatorio de Estoy con Manizales, al gerente de la Empresa de Renovación Urbana, a la Fundación FESCO que manejó el tema social en el último año y a una persona de la comunidad, diría que el problema más pequeño de San José es el técnico, el tema complejo es el social. La problemática de las personas desplazadas, de quienes no han recibido el dinero de la compensación por la entrega de su vivienda, de quienes se queden sin donde vivir porque el dinero no alcance para comprar una vivienda digna o no cumplan con los requisitos para acceder a los nuevos apartamentos; los temas de inseguridad, violencia y convivencia, el sentimiento de pérdida, injusticia e impotencia de tantas personas que sienten que no han sido tenidas en cuenta, una comunidad que cada vez ve menos oportunidades para sobrevivir.

Parecería que la Administración anterior cometió errores grandes en la concepción de esta obra, asociados con una forma de ver la realidad en la que es posible solucionar problemas complejos desde una mirada técnica, desconociendo la importancia de analizar los riesgos e impactos de mediano y largo plazo. La Administración actual tiene la oportunidad de pararse desde un sitio diferente ante esta compleja realidad; subirse al balcón para tener el panorama completo con todas sus variables, impactos y riesgos a mediano y largo plazo; no quedarse solo en la revisión y atención de los temas que corresponden a este período de gobierno, hacer un análisis profundo desde diferentes perspectivas, teniendo en cuenta que la verdadera solución a los temas de pobreza, inequidad y falta de oportunidades no está en las obras físicas sino en el acceso a una educación de calidad.

Adam Kahane en su libro ‘Power and Love’ habla de la importancia de abordar los problemas complejos desde dos lenguajes, el lenguaje del poder y el lenguaje del amor. El primero se refiere a lo técnico, en este caso los temas relacionados con infraestructura, vías, desarrollo inmobiliario, etc., pero el segundo se refiere al drama humano que se está viviendo en esta comunidad. Un tema que no solo le compete a la Administración y los urbanizadores que estén trabajando allí, una problemática que nos toca a todos porque San José no es un proyecto en el papel, es una realidad social en medio de la ciudad, con personas que como usted y yo, necesitan y quieren tener oportunidades de educación, trabajo, salud y felicidad.

¿A cuántas cuadras del área por la que circulamos diariamente se encuentra San José? ¿Cuántos niños sin oportunidades que recurren a los semáforos, a trabajar, buscar en los basureros o robar, pasan por nuestro lado? ¿Qué tiene que ver con nosotros, los que no vivimos allí, esta problemática? ¿Cuáles son las lecciones aprendidas que no deberíamos olvidar hacia el futuro? ¿Cómo abordar los temas complejos con una perspectiva sistémica que nos permita pasar de las respuestas inmediatistas a las soluciones integrales? Estas y muchas otras preguntas deberían hacer parte de una reflexión personal e institucional que nos permita empezar a cambiar la forma en la que abordamos las situaciones y los problemas en nuestra vida, en nuestra empresa, en nuestra ciudad.