Cuentan que había una vez un señor que padecía lo peor que le puede pasar a un ser humano: su hijo había muerto. Desde su muerte, y durante años, no podía dormir. Lloraba y lloraba hasta que amanecía. Un día, aparece un ángel en su sueño, y le dice:

-Basta ya. –Es que no puedo soportar la idea de no verlo nunca más.

El ángel le dice: -¿Lo quieres ver? Entonces lo agarra de la mano y lo sube al cielo - Ahora lo vas a ver, ¡Quédate aquí!. Por una enorme acera empiezan a pasar un montón de chicos vestidos como angelitos, con alitas blancas y una vela encendida entre las manos, como uno se imagina el cielo con los angelitos.

El hombre pregunta: -¿Quiénes son?

Y el ángel responde: -Estos son los chicos que han muerto en estos años y todos los días hacen este paseo con nosotros.

-¿Mi hijo está entre ellos? -Si, ahora lo vas a ver. Y pasan cientos y cientos de niños.

-Ahí viene -avisa el ángel. Y el hombre lo ve radiante como lo recordaba.

Pero hay algo que lo conmueve entre todos, es el único chico que tiene la vela apagada, y él siente una enorme pena y una terrible congoja por su hijo. En ese momento el chico lo ve, viene corriendo y se abraza a él. Él lo abraza con fuerza, y le dice:

-Hijo, ¿por qué tu vela no tiene luz? ¿No encienden tu vela como a los demás?

-Sí papá; cada mañana encienden mi vela al igual que la de todos, pero ¿sabes qué pasa?, cada noche tus lágrimas apagan la mía.

Tomado del libro: ‘Más cuentos con alma’, de Rosario Gómez

En los grupos de encuentro de Duelo, hay una pregunta que es frecuente: -¿Verdad que si lloro mucho, mi ser querido no descansa?, Ésta y otras más preguntas quedan sin respuesta cuando un ser querido ha fallecido. Algunos seres humanos tienen una serie de creencias respecto a la muerte que en ocasiones en vez de aliviarlas, les producen más dolor y sufrimiento.

Por ejemplo hay mitos religiosos que en vez de paliar el dolor lo aumentan de manera dramática, como la del infierno o del purgatorio, algunos dolientes lloran y sufren contando los días que supuestamente su ser querido permanecerá en uno de estos lugares, mientras pasa a otro estado según las cosas que haya hecho en su vida.

Es muy importante leer y aprender de la muerte y de los duelos, en una sociedad con unos niveles de violencia tan altos, ésta sería una tarea pedagógica en muchos escenarios, que permita además desarrollar recursos emocionales para los afrontamientos.

El dolor de cada ser humano es diferente y esa diferencia está unida a los afectos tejidos durante las relaciones afectivas, por ello, ritmos y tiempos no pueden compararse, cada duelo tiene unas connotaciones distintas y es precisamente esta particularidad la que hace que no sea fácil asumir el dolor en algunas circunstancias.

Por ello, para algunas familias, la muerte de un hijo parte la historia familiar de manera abrumadora y se puede tardar mucho tiempo en aprender a paliar el dolor que una situación de estas genera en los dolientes que están sufriendo la ausencia y la muerte.

Sin embargo: -¿qué dolor por muerte será fácil de sobrellevar?, es difícil responder esta pregunta, ya que para ello se deben evaluar diversos asuntos que están ligados a la pérdida: Relaciones, afectos, tiempo, calidad de la comunicación emocional, historia tejida, asuntos pendientes, emociones perturbadoras, necesidad de perdón, características de la muerte, creencias, redes de apoyo. Todo lo anterior se puede transformar en recursos para el afrontamiento, cuando se trata de sobrevivir a la ausencia y al nunca jamás de los seres queridos, significa que hay que quejarse pero no quedarse en la queja, llorar pero no perpetuar el llanto. También darse tiempo para aprender y reflexionar acerca de las creencias y enseñanzas recibidas a lo largo de la vida, no siempre se puede contar con la visita de un ángel…

Cuando se está en duelo, todo alrededor parece oscuro, transitar el dolor es ir en búsqueda de la luz para simbolizar los nuevos comienzos, es ésta otra de las tareas para darle nuevos significados a la existencia.

*Psicóloga
fannybernalorozco@hotmail.com
Profesora Titular Universidad de Manizales.