La segunda vuelta presidencial, que se llevará a cabo en ocho días, ha demostrado varias polarizaciones: una evidente entre los dos candidatos, otra sobre las percepciones del camino para lograr la paz en el país, y quisiera resaltar la tensión entre las personas que van a participar en el debate electoral y las que se quieren mantener al margen.

La participación en el debate electoral es fundamental como legitimadora de la democracia. Como legitimadora de los procesos sociales que se quieran poner en marcha. Por ello, es fundamental que para la segunda vuelta presidencial, los colombianos y colombianas que tienen derecho a votar lo ejerzan.

Estamos viviendo un momento importante en la historia electoral del país por la coyuntura de los procesos económicos, sociales y el diálogo de paz que se han convertido en esperanza de un mejor futuro del país. La pobreza absoluta se ha disminuido, cada día el gasto social del Estado ha ayudado a salir de la situación de miseria; las víctimas de la tragedia humanitaria han vivido procesos de reparación, aunque ellos hayan sido incipientes, han significado un primer paso para la reconciliación; el Gobierno y las Farc han iniciado un proceso de diálogo para ponerle fin al conflicto y comenzar así un proceso de paz en el país. Hay pues, señales de esperanza, pero seguramente también de incertidumbre. No es fácil tomar decisiones en este momento. Y es precisamente en estos momentos que la cita con la democracia hay que cumplirla.

La invitación para el próximo domingo es que los ciudadanos y ciudadanas tomen la decisión de participar en el debate electoral ejerciendo su derecho al voto. Lo primero que hay que derrotar es la abstención. Este es uno de los principales cánceres de nuestra democracia. La va socavando poco a poco y por ello, es vital que se tome conciencia de la importancia de darle vitalidad a la democracia a través de la participación masiva en las urnas. Los niveles de abstención mayores al 50% son insoportables. Los ciudadanos y ciudadanas tienen una seria responsabilidad con el país.

La dinámica que le ha dado al debate electoral el realinderamiento de las fuerzas electorales votadas en primera vuelta, manifiestan una seriedad programática, que le dan una flexibilidad a los procesos democráticos muy oportuna. En este sentido se ha ganado en madurez política en el país. Y el ejercicio que se ha vivido en las últimas semanas permite una mayor consolidación de la democracia nacional.