La situación del país se pone cada vez más complicada, estamos aterrados al ver cómo los más altos personajes del gobierno se enfrentan a las trapisondas de los narcoguerrilleros quienes los acusan en una forma descarada, tratándolos como son ellos, esto es, los mentirosos más descarados que hemos conocido en nuestra ya larga caminata por este mundo. 
Mencionemos la farsa que se montó en La Habana en la cual trataron de hacer ver al mundo que estábamos a "milímetros de segundo" de llegar a verdaderos acuerdos, dando ejemplo al mundo, como dijo a boca llena el cabecilla Márquez, de la paz que tanto estamos anhelando desde hace décadas y que todo indica que se quemó en la puerta del horno. 
El enfrentamiento consiste en que ninguna de las partes se tiene la suficiente confianza para dar el paso definitivo, y que cuando se hace el anuncio con bombos y timbales de que se ha llegado a un acuerdo, salen los terroristas a negar cualquier arreglo y a hacer quedar como unos mentirosos al gobierno y a sus negociadores. 
Nos pasó y nos seguirá pasando, porque nunca en estas larguísimas reuniones existió la menor confianza entre las partes, lo que se ha reflejado en que los colombianos tampoco hemos podido impregnarnos de la certeza de que sí se está obrando con la buena voluntad que un asunto tan serio requiere. 
Comprendo que para el gobierno y sus negociadores debe haber sido extremadamente difícil el sentarse por días, meses y años, en un cara a cara con quienes nunca han demostrado una real intención de paz, y ahora han sacado a relucir lo que tantas veces advertimos al señor Santos, que su única ambición es conseguir a como dé lugar el poder político, y continuar manejando libremente su poderoso narconegocio sin ninguna clase de impedimentos, y así convertir a este país en otro de los gobiernos socialistas del siglo XXI, que con tan estrepitoso fracaso manejan los sátrapas vecinos que nos rodean. 
¿Quién ganará esta nueva confrontación? Averígualo Vargas Lleras, quien no se quiso meter en problemas y no dio papaya, haciéndole el quite al viajecito, con lo que no solo ganó puntos para su caudal electoral, sino que le hizo la rabona a Santos, quien si sale con vida de su pelea con Timochenko, le va a quedar muy difícil ganarle la partida a Vargas, porque este ha demostrado que no solo que no está de acuerdo con las embarradas del presidente, sino que va a pasos agigantados a quedar sin contrincante en las próximas elecciones presidenciales. Esta va a ser una pelea de alquilar balcón, si es que Márquez y su tenebroso combo no dejan antes a títere sin cabeza. 
A raíz de la inolvidable visita del papa a Cuba y EE.UU. olvidamos un poco los agarrones con la guerrilla, y se nos pasó que estamos a tres semanas de las elecciones regionales, restándole el interés que por todas las circunstancias que las rodean van a ser de la mayor importancia para nuestro futuro. Manizales y Caldas han lanzado sus candidatos y estamos en la obligación de acudir a las urnas con el análisis muy bien definido sobre las personas que tendrán que gobernar con honradez y capacidad a esta ciudad y a este departamento, y no dejarse llevar por personajes que pueden apoderarse por medios ilícitos y con fines poco honestos de una región que siempre ha conservado una imagen que se ha distinguido en el panorama nacional, porque a pesar de los riesgos que ha corrido siempre hemos salido con fortaleza de nuestras afugias, y esta vez estamos listos a enfrentar los retos con personas como Adriana Gutiérrez, cuya hoja de vida no deja el menor rastro de sombra. 
P.D.: Arreglar los problemas económicos es fácil, lo único que se necesita es plata.