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En la foto el presidente del Concejo de Pensilvania, Augusto Valencia (de la U) partido de oposición en el municipio. En el centro el alcalde y en la derecha Joel López, primer vicepresidente y conservador yepista, que con James González, le quitaron el respaldo al mandatario.
Equipo regional
LA PATRIA | Manizales
En Pensilvania corren rumores sobre la posible renuncia del alcalde Jairo Antonio Ríos. El mandatario asegura que efectivamente son solo rumores. “No he pensado en eso, lo que pasa es que quieren desestabilizar mi administración”, dice. Sin embargo, detrás de esos comentarios hay un tejido de especulaciones, denuncias, choques y hasta panfletos, que han generado cierta tensión en el municipio.
La situación resulta paradójica en un municipio que tuvo estabilidad política durante casi tres décadas. Por ejemplo todos los alcaldes de Pensilvania por elección popular, desde 1988 hasta el 31 de diciembre pasado, siempre fueron de la línea de lo que actualmente es el Partido de la U.
Esa hegemonía se rompió. El 1 de enero asumió el médico Ríos, conservador yepista, quien ganó las elecciones en lo que se consideró como uno de los palos en Caldas en los comicios de octubre pasado.
La dicha no fue completa para los azules, pues en la integración del Concejo quedaron sin la mayoría. El Partido de la U logró siete escaños, el conservador yepista cinco, y el liberalismo uno. Es decir las cosas estaban 7-6 en contra del nuevo mandatario.
Ríos considera que con una avalancha de derechos de petición y denuncias quieren bloquear su labor. Afirma que cada día en promedio le llegan 30 derechos solicitando información de diversa índole, incluida la contratación.
El presidente del Concejo del municipio, Augusto Valencia (de la U), comenta: “lo que estamos haciendo es control político y para hacerlo necesitamos información, que lógicamente se la tenemos que solicitar al alcalde. Tenemos inquietudes y debemos preguntar. Hemos tenido que acudir a juzgados para que nos respondan. Si la administración tiene claras sus cosas, no veo por qué no entregue información”.
Valencia defiende su tesis en que al Ejecutivo le han aprobado 12 de los 13 proyectos presentados en este medio año. “El único que se archivó fue con el que se pretendía aumentar el impuesto de alumbrado público. No estamos obstaculizando nada, solo queremos claridad”.
Henry Quintero, quien es concejal yepista y respalda al alcalde Ríos, expresa: “eso no es control político, lo que pasa es que la U no ha podido asimilar la derrota, ellos son sectarios y no quieren al pueblo. Por ejemplo, a los que fueron alcaldes de ellos les aprobaban facultades para contratar por años, y al actual solo se las dan por tres meses, lo que amarra su gestión, ese límite no le da tiempo para planificar y organizar”.
Valencia recuerda que a Darío Ramírez, alcalde anterior, le daban facultades por un año. “Lo que pasa es que el Concejo se ha ido modernizando y así se facilita el control”.
La división
Las cosas para el alcalde se complicaron cuando dos concejales de su línea decidieron hacer toldo aparte, desde mayo pasado, por considerar que no se los ha tenido en cuenta. James González, yepista y uno de los que le quitó el respaldo, indica que dejaron la bancada de gobierno también por los manejos que el mandatario les está dando a las
decisiones.
González agrega: “trabajamos duro en la campaña y esperábamos ser tenidos en cuenta. Ahora, él tiene en la administración a amigos suyos, que sacan pecho como si hubiesen hecho la labor para llegar allí. Esta Alcaldía resultó más sectaria y excluyente que las otras”.
Islén Ospina, concejal del liberalismo que apoya al mandatario local, comenta que en la conformación de un grupo de trabajo es normal que haya funcionarios de distintas tendencias políticas. “Es más, en este momento en la administración hay liberales, conservadores yepistas y de la U”.
En el pequeño y agitado mundo político de Pensilvania surge como un protagonista Luis Alberto Franco, quien en otro tiempo trabajó con Luis Alfonso Hoyos, hoy director nacional del Sena y que fue líder de la U en Pensilvania y en Caldas. Franco luego pasó al yepismo y en la actualidad es asesor del representante a la Cámara Jorge Hernán Mesa. El año pasado formó parte de la campaña de Ríos a la Alcaldía.
En la localidad del oriente caldense aseguran que es Franco una de las personas que busca desestabilizar la labor del mandatario. Todo, principalmente, porque los dos concejales que se retiraron de la coalición progobierno forman parte de su grupo. Franco asegura que esa decisión nada tiene que ver con presión por burocracia. Por eso, expresa: lo que pasa es que el alcalde empezó a incurrir en irregularidades que uno no las puede pasar por alto”. El señor muestra un paquete de copias de denuncias, interpuestas en la Fiscalía, ante posibles irregularidades en contratación.
Incluye presuntas anomalías en el nombramiento del gerente encargado del Hospital San Juan de Dios, pues señala que no se tuvo en cuenta el concepto en el orden de elegibilidad emitido por la Fundación Universitaria del Área Andina. “Nombró a una persona que ocupó el puesto 14”, afirma Franco.
También se denuncia irregularidad al contratar una prestación de servicios por $8 millones de un profesional en derecho para representar judicialmente al municipio. En un objeto del contrato se dice que el contratista debe recolectar material fotográfico y digitación del texto didáctico “Pensilvania virtual”. Se argumenta: “el señor José María García... no es abogado ni fotógrafo personal, de acuerdo con su hoja de vida”.
También se denuncia un contrato por $14 millones con un profesional para promover, coordinar, planear, direccionar y hacer seguimiento a todos los proyectos, procesos, programas y planes relacionados con educación, recreación, deporte y cultura....
Se expone, entre otras cosas: “la Fiscalía debe determinar la idoneidad del contratista y su experiencia en educación, porque de acuerdo con su perfil personal de facebook, aparece como profesional en Comercio Internacional y estudios de topografía, nada en áreas relacionadas con educación”.
También le piden a la Fiscalía que investigue un contrato por $5 millones, mediante el cual el contratista debía generar espacios de recolección de insumos para la construcción del Plan de Desarrollo en el corregimiento de Arboleda. En el trabajo, según la denuncia, no se encuentra referencia alguna de la labor adelantada por el contratista.
Cuestiona que el concejal Henry Quintero haya manejado la retroexcavadora del municipio y una camioneta del transporte escolar.
“Ahí hay un interés indebido”, dice Franco. Quintero responde: “la retroexcavadora la manejé el día de la emergencia por derrumbe en San Daniel, al ver que no había quién lo hiciera y estaba en juego la vida de personas de allí. La camioneta es de propiedad de un particular y él es quien me paga, no la Alcaldía”.
Franco expresa que en general son unas siete denuncias delicadas que pueden llevar a suspensión del alcalde. “Hay otras en las que también hay errores, que demuestran que él está muy mal asesorado”.
Responde jurídica
Juan Guillermo Montoya, asesor Jurídico de la Alcaldía, se defiende: “estamos notificados en Fiscalía por estas denuncias. Estos son procesos normales en la dinámica de las alcaldías, pero estamos seguros de que si bien hay errores, no hemos cometido delitos.
Por el contrario, aquí cada contrato se ha elaborado con base en criterios legales y acorde con los requerimientos técnicos para cada dependencia”.
Explica que por ejemplo en el contrato sobre Pensilvania digital se tuvo en cuenta que desde administraciones pasadas se ha tenido al mismo contratista, es decir que tiene trayectoria. “Es que las cosas hay que mirarlas en el contexto, no puede ser de manera superficial y por eso tenemos todos los soportes legales para cada actuación”, añade Montoya.
El funcionario coincide con concejales y el alcalde en que la oposición está desesperada buscando perturbar el normal desempeño de la administración municipal. Concluye: “aquí no tenemos nada que esconder”.
En Pensilvania hay tensión. “Lo que les duele es que yo no trago entero. Aquí hay malos manejos, hay cosas que no concuerdan”, insiste el antes aliado de Ríos y hoy su opositor Luis Alberto Franco. Por su parte, el alcalde reitera: “no voy a renunciar”.
No intervengo: Ómar Yepes
El exsenador Ómar Yepes, que lidera la línea que respaldó a Jairo Ríos para llegar a la Alcaldía, dijo sobre la tensión política en Pensilvania: “sé que hay dificultades de ese tipo en varios municipios donde ganamos, pero como a mí no me consultaron para establecer manejos políticos, una vez se posesionaron los alcaldes, no he que querido tomar partido en lo que les está ocurriendo ahora”.
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