Vía Marulanda-Manzanares, afectada por caída del puente Nápoles

GUSTAVO GARCÍA
LA PATRIA | MARULANDA

En la tienda de Berardo Patiño, comerciante de Marulanda, ya escasean el queso, los yogures y las carnes frías. Vive, según calcula, a tres kilómetros del puente sobre la quebrada Nápoles, unos 15 minutos en carro, y después del martes pasado, cuando una creciente destruyó la estructura, comenzó a aplazar su próximo pedido, que debe hacer a Manzanares.

El puente Nápoles ha sido vital para la comunicación entre ambas poblaciones del oriente caldense (ver infográfico Ubicación). Además de este, las liga una vía agreste en la que, por ejemplo, el pasado 8 de febrero murieron dos hombres sepultados por un derrumbe cuando intentaban desatascar un camión que llevaba varios días en el sector de Romeral.

La Alcaldía de Marulanda informó que fue una avalancha de la quebrada la que, además de afectar el puente, se llevó la banca de la carretera y los dejó incomunicados con el oriente de Caldas (Manzanares, Marquetalia, Pensilvania y Victoria, principalmente).

La alcaldesa encargada, Fanny Escobar Gómez, le solicitó colaboración a la Secretaría de Infraestructura de la Gobernación: “nos han informado que se enviarán una comisión integrada por un geotecnista, para evaluar el estado crítico en que quedó la vía”.

Problema histórico

La historia del puente Nápoles está llena de tropiezos, e incluso clasificó como uno de los 10 elefantes blancos de Caldas que LA PATRIA identificó en la edición del 7 de agosto del 2011.

La investigación concluyó que tras el contrato inicial para construirlo, firmado en el 2006 por $84 millones 924 mil, solo se levantaron dos muros. En la Secretaría de Infraestructura explicaron en su momento que la roca sobre la que se pretendía construir era de un material difícil para romper.

Ese despacho también intentó gestionar recursos con Colombia Humanitaria para invertirle $150 millones a la terminación.

Berardo recuerda que, con la vía a Manzanares, no es la primera vez que a los marulanditas les toca pasar trabajos. Por ahora los habitantes construyeron una estructura en madera para darles paso a los peatones, lo que permitirá el transbordo de estos y de mercancía como la que él necesita.

“De todas formas sigo aplazando el pedido porque después del puente hay más derrumbes”, agrega. Además, mientras esté impedido el paso de vehículos, los transbordos aumentan los precios y afectan la calidad de los productos. La posibilidad de conseguirlos en Salamina, es decir, al lado opuesto a Manzanares, será la última opción a la que acuda, pues el costo de los productos allí es más alto.

Otras vías cerradas

*Manizales – Neira (entre 11:00 de la noche y 6:00 de la mañana)

*Chinchiná – Partidas – Tarapacá, por pérdida de la banca.

*Cementos Caldas – La Cristalina, en Neira, por derrumbes.

*Manizales-La Cabaña-Tres Puertas, por derrumbes.

*Boquerón–La Olleta – Opiramá, en Anserma.

*Anserma–La Floresta–Opiramá, en Anserma, por pérdida de la banca.

En Marquetalia se prohíbe el paso

El gobernador de Caldas, Guido Echeverri, expidió un decreto para “restringir el paso de toda clase de vehículos y peatones” por el sector de La Quiebra, en la vía Manzanares-Marquetalia, donde la se cayó la banca.

El 21 de mayo pasado la comunidad de este último municipio abrió el paso por su propia cuenta y riesgo, sin el consentimiento de la Alcaldía ni de la Gobernación, ante la necesidad de mantener una comunicación no solo con Manzanares, sino con Manizales y Bogotá.

En el decreto se manifiesta, sin embargo, que el 25 de mayo la Unidad Departamental de Prevención y Atención de Desastres solicitó restringir el paso “con el fin de evitar hechos qué lamentar por la inestabilidad del lugar”.