Al menos 20 caldenses llegaron ayer a la frontera entre Venezuela y Colombia para hacer parte del grupo de colombianos deportados por el gobierno de Nicolás Maduro.
Una oriunda de Manizales, le explicó a LA PATRIA por redes sociales que están en la fila esperando definir su situación. "Si nos ven filmando o tomando fotos nos quitan los celulares y hasta nos pueden golpear", expresó.
Lo que soportan en un largo proceso, explicó otro caldense. Primero los retienen, luego los investigan, los mandan a Migración y después a la frontera. Todo tarda entre tres y cinco días.
Los caldenses que retornan vienen de Caracas, Puerto de la Cruz, Maturín y Barcelona, todos son trabajadores informales, dedicados especialmente a la venta de mercancía a crédito en la calle y de productos esotéricos.
La mayoría son oriundos de Pácora, Aranzazu, Neira y Manizales. "Nos vemos enfrentados a humillaciones, maltratos psicológicos y ausencia de comida. Nos mandan solo con lo que tenemos encima", indicó otro caldense.
La manizaleña expresó que aprovecha para ir a un hotel cada que le dan la oportunidad, pero que lunes y martes sí estuvo de pie, día y noche, para poder salir.
esto es lo q estamos viviendo hace 4 dias
Posted by Lina Marcela Castaño Gutierrez on Lunes, 24 de agosto de 2015
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