Clases con ceniza y olvido

Andrés Rodelo

LA PATRIA | Manizales

Valentina Galvis tiene 10 años y cursa grado cuarto en la escuela Londoño Jaramillo, de la vereda Playa Larga, de Villamaría, cerca de la zona de influencia del Volcán Nevado del Ruiz (ver infografía). Su casa está a una hora del plantel educativo, al que llega montada en la yegua Mona. Ella cuenta que las recientes emisiones de ceniza del llamado león dormido fueron tan profusas en el sector de la vereda en donde vive que "el piso se puso gris y eso que es rojo".

Algo llama la atención de sus compañeros de clase. Se acercan a la cabeza de Valentina y notan un rastro de ceniza en la parte superior. "No me pongo gorro, ni tampoco tapabocas. No me he enfermado", dice. Karen Gallego, de 7 años y en grado segundo, tampoco usó tapabocas, pero no corrió con la suerte de su compañera. "Me dio gripa. Ya estoy bien".

Wilber David Álvarez, de grado quinto, tiene claro que si el volcán hace erupción hay que alejarse del río. "Nos dijeron que debemos estar en uno de los dos lados del puente, lejos del río, pues un deshielo podría bajar por el cause arrasando con lo que se encuentre. Cuando cae ceniza en mi casa la ropa se ensucia y toca volver a lavarla. En ocasiones llega también el agua sucia", dice el adolescente de 12 años, quien espera que el Ruiz no explote para evitar una emergencia.

El lugar

Para llegar a la escuela hay que salir de Villamaría por la vía que conduce a la vereda El Pindo. Se voltea a mano izquierda después de la hacienda El Parnazo hasta la vereda Morro Azul y luego hasta el hostal La Quinta, de la vereda Playa Larga. Cinco kilómetros más adelante se voltea a la derecha y, en este punto, se camina 15 minutos por carretera destapada hasta El Plan, sector en donde queda el establecimiento, que es satélite de la Institución Educativa Colombia.

El plantel tiene un nivel, de colores rojo y amarillo claro, y está en una explanada rodeada de pequeños altibajos de terreno. El paisaje se extiende hasta montañas alejadas de color azul, decoradas en las cimas por una estela de niebla.

Hasta allí llegan los niños, unos días más, otros menos, debido a lo apartados que viven varios estudiantes de la escuela. Unos caminan una hora, otros hasta tres. Los gorros, las chaquetas gruesas, los pantalones y las botas pantaneras se imponen en la vestimenta de hombres y mujeres y las mejillas rojas son una tendencia, a raíz de las bajas temperaturas.

El profe Alex

"Aquí no tenemos que hacer mucho esfuerzo para ver el Volcán. Uno sale, se asoma y ahí está", dice Alexánder Velásquez, profesor de la escuela, sobre la cercanía de la estructura geológica. Él da clases hace dos meses en el plantel y le preocupa el desconocimiento que hay en la comunidad ante una inminente erupción. Esto lo motivó a redactar una carta que enviará a las autoridades competentes para pedir asesoría y acompañamiento para saber cómo actuar.

"Solicitamos ayuda para que vengan y nos den una charla sobre medidas de prevención. Desconocemos qué hacer ante la afectación de las vías respiratorias ocasionada por la ceniza. Tenemos casos de diarrea porque el agua llega sucia y también queremos conocer protocolos de evacuación. Aquí no ha venido nadie. Hay mucha desatención", dice el profe.

Alexánder sostiene: "El profesor que reemplacé estuvo dos años y me contó que solo vinieron una vez a entregar unos tapabocas, pero esto debe ser un acompañamiento permanente. Yo intuyo que, si hay erupción, hay que ir a lugares altos, pero si ocurre a las 2:00 a.m. el frío es insoportable en dichas zonas. Esas son las dudas que tenemos". Luis Fernando Rivera es el profesor que estuvo antes. Él dice: "En los dos años que trabajé allá nadie fue a asesorarnos".

La ceniza es tan abundante que, a veces, salir es verse obligado a regresar con otra apariencia. "Mi papá salió un momento a la calle y volvió con un saco que tenía lleno de ceniza", cuenta Edison Andrés Gallego, siete años y en grado segundo, lo cual le recuerda una anécdota a Valentina. "Salí con un vestido blanco, pero cuando volví a la casa era gris".

Afectados

Vanesa Quintero, nueve años y en grado quinto

Cayó mucha ceniza en mi casa. Tengo maluca la garganta. Tomo agua y Dolex para el malestar.

Nahuel Velásquez, nuevo años y en grado tercero

La ceniza me dio tos. Ya estoy bien. Hay mucho polvo en los alrededores de la escuela.

Edison Andrés Gallego, siete años y en grado segundo

Siempre cargo el tapabocas en el morral. Me cayó ceniza en los ojos y se me irritaron.

Brayan Estiven Quintero, 12 años y en grado cuarto

La ceniza perjudicó a los caballos que tenemos en la casa. Les dio tos. Me da pesar verlos sufrir.

Prometen ir

Claudia Zuluaga, directora de la Cruz Roja de Villamaría, habló de la falta de acompañamiento denunciada por los habitantes de la vereda Playa Larga en relación con los protocolos por seguir en caso de erupción. "Realizamos procesos de reducción de riesgo y educación comunitaria en los lugares más cercanos al Volcán e iremos, paulatinamente, a las más lejanas. Vamos de adentro hacia afuera. La Cruz Roja irá a la vereda próximamente".

Ante una erupción

- Organice un maletín de emergencia con botiquín, ropa, agua, alimentos no percecederos, radio, linterna, plástico, tapabocas, documentos importantes y medicamentos.

- Esté atento de las informaciones de los medios de comunicación y las entidades de socorro locales.

- Si se presentó caída de ceniza, barra y recójala. No utilice agua.

- Si hay avalancha evacue hacia un sitio alto y apartado de los cauces de los ríos.

Continúa la alerta

Gloria Patricia Cortés, directora del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Manizales, dijo que el Volcán Nevado del Ruiz sigue en alerta amarilla. "Se cumplieron 10 meses de emisión de ceniza continua, asociada a una señal de tremor. Sigue la inestabilidad. Estamos pendientes de cualquier cambio que represente una erupción inminente".

La primera

La escuela rural Aspar, de la vereda Laguna Negra, en Villamaría, es la más cercana al Volcán Nevado del Ruiz. Está a una hora de manizales a una altura de 3.700 metros sobre el nivel del mar.