Equipo regional
LA PATRIA | Manizales
En 1991 en Colombia empezó la elección popular de gobernadores. Desde entonces Caldas ha escogido por este sistema a siete mandatarios. El 25 de agosto próximo el departamento vivirá una jornada atípica, todo un reto en el actual desorden administrativo y político.
Es la primera vez que los caldenses son convocados a las urnas, por fuera del calendario electoral ordinario, para solo votar por gobernador.
Ese día se enfrentarán tres aspirantes. Cada uno con la intención de estar 28 meses en el poder y así completar el periodo que se partió por cuenta de la anulación de la elección del 30 octubre del 2011, debido a que Guido Echeverri, candidato ganador, estaba inhabilitado.
Los aspirantes buscarán por su lado convencer al mayor número posible de electores. Sin embargo, de golpe los tres estarán encarando a un mismo enemigo: el abstencionismo.
En las actuales circunstancias el reto de conquistar adeptos parece más complicado que en jornadas anteriores. De entrada, la misma naturaleza de atípicas no parece despertar el fervor político.
En las más recientes elecciones en Colombia para gobernador la participación ha sido baja. En Valle solo participó el 19,36% de los habilitados; en Huila, el 27,95%, y en Casanare, el 50,34%.
En las 9 elecciones atípicas para gobernadores en el país, desde el 2008, la abstención ha sido del 70%.
Antecedentes
Si bien el ausentismo ha mermado en las últimas elecciones para gobernador en Caldas, el promedio, teniendo en cuenta las siete elecciones normales, es del 47,5%. Esta vez no habrá el gancho de elección de alcaldes, concejales y diputados, que dan fuerza en los pueblos.
Fuera de eso, los partidos se durmieron con la escogencia de candidatos. Basta con decir que a 45 días de la fecha para elegir no tenían definido el nombre. Apenas el viernes pasado, último día de inscripción, dieron a conocer sus aspirantes. Esto supone multiplicar esfuerzos en campaña.
Otro aspecto que puede jugar en contra en el objetivo de recaudar votos es la zozobra causada por la salida de los dos últimos gobernadores. Mario Aristizábal salió investigado por supuestas irregularidades y Guido Echeverri, porque estaba inhabilitado. Con lo uno o con lo otro la confianza de ir a las urnas está lesionada.
Los partidos se preguntan si será una elección netamente dirigida por los grupos políticos, en las que los militantes de los partidos y sus familiares irán por un candidato. O quizá el protagonismo sea del voto de opinión, en el que los electores simplemente escogen la que consideran mejor propuesta o votan en blanco.
Si es el segundo caso, desde ya se presume que Manizales, con cerca del 40% histórico del potencial electoral, podría definir en buena parte los resultados. La capital caldense ya ha vivido el fenómeno de las atípicas.
El 28 de noviembre de 1998 los manizaleños salieron a votar solo para alcalde. La abstención fue del 50,3%. En esa ocasión ganó Germán Cardona. En noviembre del 2002 fue del 54%. El triunfo fue para Néstor Eugenio Ramírez. En el 2005 llegó al 66% cuando la Alcaldía quedó en manos de Luis Roberto Rivas.
La continuidad
Carlos Uriel Naranjo, representante a la Cámara por el conservatismo yepista, dice que para contrarrestar el ausentismo se escoge un aspirante que reúna valores y confianza. "Podría bajar el abstencionismo, ya que sigue con los lineamientos de Guido Echeverri, quien recuperó la confianza de todos".
Ómar Yepes Alzate, exsenador y presidente del Directorio Nacional Conservador, considera que se debe motivar a los ciudadanos haciendo propuestas que les lleguen a ellos, es decir, que sientan que la acción del Gobierno los puede beneficiar de alguna manera. "Además, hay que hacerles conocer que ellos tienen responsabilidad con el país y con la región".
Hernán Penagos, representante a la Cámara de la U, expresa que
la mejor manera de derrotar la abstención es que haya muchos candidatos. Para que el elector escoja entre varias opciones o programas de gobierno. "Lo segundo, es que hay que hacer unas campañas institucionales desde la Registraduría Nacional y desde las delegaciones departamentales, invitando a la gente a que apoye de manera masiva este proceso electoral. Y tercero, que la dirigencia de cada partido mueva las bases políticas para que participen".
Alejandro Vallejo, vocero del Partido Verde, comenta que los medios de comunicación deben jugar un papel clave porque el tiempo es muy corto. Concluye: "todas las personas que estén convencidas de que hay que propiciar un cambio en lo que está pasando en la ciudad y en el departamento, tienen que hablar con los demás sean familiares o amigos y motivarlos para salir con toda convicción sin ningún tipo de pereza a votar".
Son 750 mil 847 las personas que en Caldas podrán votar el 25 de agosto.
La tarea para los partidos y los candidatos es ganarse el favor de los electores con el fin de tener las mayorías populares que le den legitimidad a su mandato. El próximo jueves se conocerá si estos candidatos son los que estarán en el tarjetón el 25 de agosto, si no, serán menos días de campaña.
LA PATRIA habló con la analista política Claudia López sobre los factores que pueden incidir en una baja votación en elecciones atípicas como las que tendrá Caldas:
-¿En las elecciones atípicas la abstención aumenta o disminuye?
En términos generales las elecciones atípicas suelen tener mayor abstención que las normales. Es difícil que un día excepcional, que no es electoral, convoque más gente.
-¿La demora en la elección de candidatos, como ocurrió en Caldas, puede influir para aumentar el ausentismo?
Lo que no motiva en esta elección y en general en Colombia es que los partidos políticos no son partidos. Son nombres, unas personerías porque no tienen cuadros, no tienen una plataforma ideológica y no construyen candidatos con tiempo. A última hora salen a buscar quién les hace el favor de ser candidato a nombre del partido y se vuelve eso una negociación personal entre qué ofrece cada candidato al partido y cuánto le cobra este a cada candidato por darle el aval. En Caldas y a nivel nacional los partidos no convocan y son de las instituciones más desacreditadas porque la gente lo que ve son unas empresas de negocios y de corrupción, no realmente empresas de representación política.
-¿Que Caldas sea quinto en corrupción también puede repercutir en una votación baja?
Sin duda, la gente se desencanta de la política por varios motivos y con razones, entre ellas la corrupción, pero también la trampa porque lo que les conviene más a los corruptos es que los ciudadanos se cansen de la política y dejen de votar, influir y de participar. Aquí hay que actuar un poco como de una manera contraintuitiva. Tratar de ofrecerles a los ciudadanos razones del porqué a pesar de que tienen motivos para estar desencantado no puede dejar de participar porque eso lo que hace es incrementar los problemas y no ayuda a solucionarlos realmente. En este momento lo que los ciudadanos deberían hacer es presionar a los partidos para que postulen buenos candidatos.
-¿La abstención también se podría alimentar ante el hecho de que los dos últimos gobernadores no terminaron el periodo?
Sí, eso es una muestra de inestabilidad, pero creo que hay una cuota de responsabilidad grande de los partidos que escogen mal a los candidatos, porque tienen problemas o los escogen a sabiendas de que están inhabilitados como ocurrió con el doctor Guido. Esto lo hacen porque confían en la impunidad, porque confían que en el camino van a poder comprar, convencer, confían en que van a poder evadir la ley. Aquí también la responsabilidad es de los electores porque si quieren un gobierno transparente y estable no tienen que votar por alguien que les genere cualquier duda. Si los caldenses han tenido inestabilidad y corrupción es porque eso es lo que eligen. Y si quieren no tenerla, tendrán que ser serios, tomarse el tiempo de estudiar y de elegir opciones que no tengan esos antecedentes.
-¿Cómo influye la abstención sabiendo que no son elecciones generales, sino solo para la Gobernación?
Las elecciones atípicas se dan porque vienen de algún problema. Cuando hay elecciones generales los partidos ponen a full toda su operación, sea de maquinaria o simplemente de acción política porque arman todo un gran esfuerzo y hacen economías de escala para dirigir diferentes cargos, en cambio cuando son para un solo cargo, el costo es grande, no hay tanto incentivo, las alianzas son menores, el número de cargos también es menor y por lo tanto el interés y la inversión a la competencia es menor entonces eso también influye porque los partidos no hacen economías de escala en la campaña.
-¿En general usted no tiene buen concepto de la política en Caldas?
La política de Caldas es como la prehistoria. Creo que es de los pocos departamentos de Colombia que no ha logrado superar el siglo XIX. Caldas tiene muy buenos ejemplos a nivel municipal de gestiones buenas, pero lo que no han logrado los caldenses es que esos ejemplos de buena gestión, de nueva política, suban hasta el nivel de la Gobernación y en cada elección ese es el desafío.
Los inscritos
Julián Gutiérrez: Por el Partido de la U, con apoyo del Conservador sierrista y Cambio Radical.
Eugenio Marulanda: Por la Alianza Social Independiente, apoyado por el Partido Verde.
Clemencia Ocampo: Por la Coalición para volver a creer, partidos Conservador yepista y Liberal.
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