Celebraciones día de la madre y del maestro
Señor Director:
El mes de mayo consagrado por los católicos a venerar a la Santísima Virgen María es además el de las grandes celebraciones, además del Día Internacional del Trabajo, es el mes en que se rinde homenaje a la madre y al maestro. El tradicional “día de la madre” es la oportunidad para reconocer el papel trascendental de las verdaderas mamás, de aquellas cuya jornada empieza en las primeras horas del día con las labores cotidianas en el hogar; la preparación del desayuno, el ordenamiento de ropas, la atención a sus hijos, el adelanto del almuerzo; mientras se adereza ya que como secretaria o como ejecutiva, debe ir bonita y bien presentada a su empleo. Pero su misión continúa, incluso desempeñándose con gran eficiencia en su lugar de trabajo, puesto que con su salario debe cubrir los gastos familiares, o como mínimo, aportar para ello. Y se prolonga en la noche con la revisión de las tareas escolares, la comida y demás faenas concernientes a su rol de mamá.
Hay quienes afirman que el día de la madre debería ser todos los días, porque en realidad, una buena mamá merece la consideración y el reconocimiento siempre. Infortunadamente, en la niñez y en la adolescencia se presume que una madre es aburridora, intensa, maluca, cuando ama a sus hijos, impidiendo que vayan mal presentados al colegio, a la universidad, adonde vayan; cuando preguntan a dónde van y con quién van a estar; cuando les fija horario de regreso al hogar; cuando se interesa en conocer sus amistades y les prohíbe aquellas que pueden llevarlos al abismo; cuando delega responsabilidades en sus hijos y aplica correctivos cuando éstos no cumplen con las labores asignadas; cuando selecciona los programas de televisión y limita los juegos electrónicos y demás pasatiempos, pero los matricula en disciplinas deportivas para que ocupen su tiempo libre; cuando manifiesta interés y se compromete en una adecuada formación sexual y trata de evitar que empiecen a ejercer su sexualidad a destiempo; cuando los corrige para que no sean violentos; cuando revisa sus morrales y sus pertenencias, obligándolos a devolver lo que no les pertenece; cuando saca tiempo para escucharlos, para formarlos y darles amor; cuando su acompañamiento es tal que no les da tiempo para probar la droga, ni para iniciarse en el cigarrillo y el licor.
Felicitaciones a las mamás que anteponen el amor de madre a cualquier otra situación de realización personal; a las mamás que sin haber sido profesionales, merecen el título “Honoris Causa” por su inmenso amor, dedicación y entrega abnegada como lo fueron la mayoría de nuestras madres. La celebración del día del maestro el 15 de mayo, es la ocasión para valorar la labor de los educadores, de los formadores de la niñez y la juventud, de los responsables en formar ciudadanos honorables, personas íntegras para una sociedad que pide a gritos un cambio en todas sus estructuras. En consecuencia, los maestros deben ser personas comprometidas, pacientes y exigentes al mismo tiempo, responsables, que sepan ejercer su autoridad con amor, con la esperanza en un porvenir mejor, en un orden social más justo, más humano, más fraterno. Todas las profesiones son valiosas, pero para mí, la tarea de formar jóvenes ocupa un destacado lugar entre todas, porque al educar estamos dando lo mejor de nosotros mismos y, en un darse sin interés está el amor.
María Elsy Naranjo Valencia
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