La mala hora de Fedegán
Señor Director:
A buena hora, diríamos muchos, y en mala hora diría José “Pepe” Félix Lafaurie Rivera, flamante presidente ejecutivo de Fedegán, le llegó una auditoría a los recursos del Fondo Nacional del Ganado (FNG) que desde 1993 han sido manejados al antojo y sin ningún tipo de control por la entidad que él preside y que a duras penas representa el 10% de los ganaderos a nivel nacional; ya que todos los ganaderos de este país, o cualquier otra persona que tenga que ver con este gremio sabe que Fedegán más bien se parece a un club social que a un ente de fomento ganadero, club en el cual sobresale una “élite” de ganaderos costeños en su mayoría y uno que otro “cachaco” que ya sean como personas naturales o a través de agremiaciones regionales están atornillados en su junta directiva o en los comités ganaderos regionales gracias al poder político ejercido por el Sr. Lafaurie.
Es claro que Fedegán se ha convertido en la plataforma política del político costeño, dirigente que se ha reconocido más por sus acciones (?) en la política nacional, que por su gestión en esa presidencia ejecutiva. Para nadie ha sido un secreto las aspiraciones egocéntricas y poco probables que tiene el Sr. Lafaurie por la presidencia del país, muchas veces desconociendo sus responsabilidades gremiales y dedicándose más a consagrarse como eterno precandidato presidencial.
Pero bueno, dejemos de lado las aspiraciones políticas del señor Lafaurie Rivera y miremos el asunto en cuestión. La mala administración de los recursos del FNG, los cuales en un año pueden sobrepasar fácilmente los 100 mil millones de pesos y se originan en la parafiscalidad del sector ganadero del país. Una auditoría ha develado una malversación de fondos públicos por parte Fedegán quien actúa como administrador de dichos recursos, y que se resume en diferentes hallazgos tales como: el plan de erradicación de la fiebre Aftosa en la cual Fedegán actúa como un intermediador comercial y no como un ente eminentemente con fines sanitarios; ya que esta entidad percibe cerca de $5.000 millones anuales en utilidades por esa actividad, encareciendo los costos de producción de los ganaderos.
Los costos del congreso ganadero recientemente celebrado en Santa Marta, donde más bien parecía el lanzamiento de la plataforma del Sr. Lafaurie Rivera que un congreso de productores, en este congreso siempre se ha reconocido la arrogancia y petulancia del dirigente costeño por que solo invita a sus aliados políticos y deja sin participación a sus detractores. Otros hallazgos de la auditoría fueron: La venta de la sede, los gastos de publicidad, la falta de claridad en las cuentas de Frigoríficos de Colombia Friogan, y muchos más; pero definitivamente la explicación que todos queremos escuchar del dirigente gremial es la de los pagos realizados al Sr. Lafaurie Rivera por más de $500 millones entre el 2006 y el 2012 sin ser este parte de la nomina del FNG, dichos pagos han sido por conceptos como viáticos, tiquetes aéreos, seguridad entre otros.
Así duele en el campo como un gremio que tiene tantos recursos no es explicable la situación por la cual pasa la ganadería colombiana, y así mismo es más doloroso ver cómo el Sr. Lafaurie Rivera sale por todos los medios a decir que es una persecución política contra él por parte del Ministro de Agricultura, cuando los pobres resultados de su gestión frente al gremio ganadero solo pueden ser evaluados por la realidad que vivimos en nuestras ganaderías. Finalmente solo me queda una pregunta ¿Cuánto bien harían los recursos del FNG en estas épocas de crisis si su destinación fuese la misma con la cual fueron creados? Creo que ya es suficiente de achacarle las culpas de la ineficiencia productiva a los TLC y poner a funcionar estos recursos para mejorar la ganadería colombiana y no a financiar aspiraciones políticas de unos pocos.
Cordialmente,
Mauricio Bonivento Correa
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