El Estado colombiano en esta última década ha venido mostrando importantes mejoras y avances respecto al tema de transparencia, información pública y control ciudadano.
Dentro de sus acercamientos pueden destacarse la estrategia Gobierno en línea y ley de acceso a la información que buscan que los ciudadanos al tiempo que tengan más y mejores posibilidades de consultar información de interés, puedan desarrollar algún tipo de control y/o veeduría local, sin embargo, una de sus últimas aproximaciones tiene que ver con Elefantes Blancos una ambiciosa aplicación para teléfonos móviles que aún le falta un buen empujón para darse a conocer y poder ser últil.
Tal aplicación que de entrada busca que ciudadanos denuncien obras incompletas en sus alrededores nace como un proyecto prometedor y hasta interesante en medio de este afán por información y contenidos en la plataformas digitales de fácil acceso, pero tal premura cabe anotar que deja varias preguntas pendientes: ¿qué tanto éxito puede tener con tan poca difusión? ¿cuáles son los costos de las falsas alarmas pueden dejar los algunos reportes?, ¿cuáles han sido los balances de anteriores aplicaciones que demandan colaboración ciudadana?, ¿la ciudadanía efectivamente está capacitada para hacer buen uso de estas herramientas?, ¿cómo diferenciar una construcción privada de la construcción que es de carácter público para no caer en el error de hacer una falsa alarma?
Según el último reporte de la ya conocida aplicación ‘Aquí estoy’, que tenía como fin denunciar el trabajo infantil en las calles, el año pasado se registraron cerca de 828 reportes de los cuales más del 15% de éstos resultaron ser falsas alertas. Ese porcentaje de falsas alarmas, aunque no es muy alto, sí demanda una completa y compleja intervención y atención que muchas veces merma la eficiencia y productividad que puedan tener tales proyectos.
No obstante, cabe aclarar que aunque esta aplicación apenas comienza a darse a conocer no plantea en sus inicios un norte claro ni motivación específica de uso. ¿Por qué una persona tendría que usar la aplicación para denunciar una construcción abandonada antes de ir y poner la queja en los organismos de control más cercanos?
Tomándolo desde otro punto ¿será que con este tipo de aplicación móvil no se le estará trasladando, de alguna forma, una competencia inicial y básica de los organismos de control a la ciudadanía bajo una figura de ‘control ciudadano’? En este caso, detrás de esa incipiente figura de control local ciudadano virtual, se podría estar aplacando una grave incompetencia e ineficiencia de los organismos encargados de estas tareas de vigilancia, control y prevención de prácticas de corrupción en todos los rincones el país, pues es claro que la percepción de ciudadanos sobre el Estado y sus organismos es que éstos solo operan de forma eficiente en las principales ciudades del país.
¿Qué vigilancia a la corrupción podrá hacer esta aplicación en un municipio alejado del centro del país?
Nicolás Suárez G.
@_nicosuarez
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015