Homenaje a Aguadas

Con las puertas abiertas de la ciudad y de la  Casa de la cultura, recibió esta señorial ciudad a Horacio Arias Duque, Dolli Montes Tangarife y Elceariod de J. Arias Aristizábal, quienes ofrecimos un recital con algunas de nuestras producciones literarias originales como escritores independientes.

La exalcaldesa, Luz Idalba Duque de Gómez y su equipo de gobierno, mostraron sin límites, ni reservas, su generosidad y calidez demostrando su talante de  personas que aman la cultura como algo propio de su idiosincrasia.

En esta ciudad, aparte de su hermosa geografía, dominada por las verdes olas similares  al vaivén de las ondas marinas, sus habitantes, se embriagan con la nobleza de personas que se sienten orgullosas de su terruño irradiando amistad, expresada en su típico sombrero aguadeño, orgullo nacional e internacional.

El embrujo de esta señora, aristocrática drama, atalaya de la sencillez y la cultura,     llamada Aguadas, cobijada con la ruana blanca de su neblina simbólica, de su neblina sempiterna, de su neblina perenne, se aprecia en sus calles y en los rostros de quienes desean  compartir un saludo generoso con sus visitantes irradiando la simpatía de su   gente  bondadosa y amable que le da calidez y nombre a una raza que por su ubicación está muy influenciada por costumbres antioqueñas, sin dejar de ser caldenses.

Vale la pena recorrer el norte haciendo escala en cada población, enriqueciendo nuestro bagaje cultural con sus encantos típicos hasta llegar a la tradicional Aguadas, la tierra del sombrero y el pasillo como iconos del orgullo aguadeño.

Cubres tu grácil cuerpo tejido de neblina

con dulce ruana blanca de dama señorial,

señora entre señoras, de nuestra zona andina

es bella entre las bellas, hermosa y muy cordial.

Sembrada en las montañas de tono siempre verde,

cercada por collados, oteros y altos cerros,

viviendo entre tu embrujo, el hijo nunca pierde

el sello de tu raza, al son de tus cencerros.

Tu ruana ,tejida con neblinas mañaneras,

hace de ti un oasis en el extremo norte

tus gentes industriosas, honestas y sinceras

al compás del tiempo y a ritmo de pasillo

haciendo a la cultura, un muy valioso aporte

sombreros aguadeños, es símbolo, de veras.     

Como una nota de integración y reconocimiento como valor tradicional de la cultura aguadeña, participamos del encuentro afectuoso de la gran familia Arias, la cual disfrutó de sus recuerdos, de sus anécdotas y de su afecto como expresión de valores que  han ido desapareciendo como consecuencia de la mal llamada modernidad.