Terminó esta tarde evacuación de edificio en Medellín

Este domingo concluyó la evacuación de los habitantes de los 377 apartamentos del conjunto residencial Colores de Calasania que hasta esa hora tenían plazo para terminar de sacar sus pertenencias, ante la orden de la Alcaldía de Medellín de desalojar por fallas en la estructura.

Durante el proceso de evacuación, algunos habitantes aseguraron que tuvieron que hacer filas de hasta de una hora y media en los ascensores para cargar los objetos más pesados como neveras y lavadoras.

Después del plazo establecido, los residentes solo podrán ingresar con autorización y acompañamiento de la administración de la edificación, para terminar de retirar el resto de bienes.

Diego Restrepo, director del Isvimed y vocero de la Alcaldía en este caso, aseguró que la evacuación terminó sin contratiempos.

Vifasa CDO tendrá que subsidiar a las familias
La Superintendencia de Industria y Comercio obligó el sábado a la constructora del edificio, Vifasa, una filial de CDO, a subsidiar el sostenimiento de todas las familias del conjunto residencial hasta que solucionen los problemas estructurales del edificio, que se calcula demoren por lo menos tres meses.

La estadía de los afectados de la construcción se daría en tres posibles hoteles del centro de la ciudad: el Botero Plaza, el Hotel Nutibara y el Gran Hotel, donde las habitaciones para tres personas rondan los 130 mil y los 200 mil pesos.

Es decir, si se multiplica este valor, mensualmente, la constructora tendrá que desembolsar 3 millones 900 mil pesos por habitación y en total casi 12 millones de pesos por familia, aproximadamente, en caso de que esta sea de tres personas.

Además, si por cada apartamento hay que pagar la misma suma, Vifasa tendría que pagar un monto que ronda, más o menos, los 4.500.000 millones de pesos, aunque cabe aclarar que muchos de los afectados se quedarán con familiares, y otros inmuebles estaban desocupados.

La orden de evacuación de la Alcaldía se dio tras el informe del ingeniero Roberto Rochel, quien aseguró que las columnas y vigas presentan dimensiones insuficientes, que hay errores graves en el cálculo de las cargas, elementos estructurales que trabajan muy cerca de sus límites de seguridad y, en general, que Colores de Calasania es una estructura que no soporta su propio peso y no tiene capacidad para resistir las cargas sísmicas.