Son tres canales, solo tres los que le permiten al ser humano comunicarse con los demás: el visual, el auditivo y el kinestésico.
Sin embargo, pese a ser tan básica la manera de conectarse unos con otros, uno se preguntaría ¿por qué existen hoy tantos problemas de comunicación? ¿Por qué maltratamos tanto cuando nos dirigimos a otros? Los juicios y la capacidad reactiva que por naturaleza tenemos los seres humanos son algunas de las razones que "justifican" la situación, según Jairo León González, especialista en programación neurolingüística PNL y Harold Gómez, coach transpersonal.
¿Cómo se definen esos canales de comunicación que hay en cada persona?
Jairo González: "Todos manejamos tres canales, pero tenemos dominancia de uno. Hay quienes perciben más a través del visual, esos son aquellos que cuando hablan hacen figuras, requieren dibujar para explicar y todo lo que ven es muy importante para ellos.
A los que son más auditivos el ruido les afecta positiva o negativamente, se enamoran con las palabras, les encanta que les digan cosas cariñosas. El kinestésico es más de sensaciones, de percepciones, de tocar.
En general, los sentidos son muy importantes a la hora de relacionarnos porque es el lenguaje del cuerpo el que lleva información a la mente y es lo que recibe tu ser cuando te conectas o no con la otra persona".
Harold Gómez: "Aunque tenemos los tres canales, el más importante es el auditivo, porque le ponemos mucha atención a lo que dicen y nos decimos. El poder de la palabra está en la vibración, en la forma cómo se diga.
En el universo todo vibra y las palabras tienen una vibración específica. En nuestra cultura el canal auditivo es el más importante debido a que estamos condicionados a comunicarnos todo el tiempo de manera verbal".
¿Qué tanta conciencia tenemos los seres humanos a la hora de comunicarnos?
JG: "Todo depende del momento. En muchas ocasiones no ponemos atención a lo que estamos diciendo y así se entra en la inconsciencia del otro llegando incluso, a saturarlo y alterando su equilibrio".
HG: "Somos más reactivos que conscientes. No tenemos mucha conciencia de lo que generamos cuando decimos algo, a veces las palabras no salen de manera controlada por eso, tiende a ser disfuncional la relación, poco asertiva, no genera resultados positivos".
Entonces, ¿cómo comunicarnos mejor?
JG: "No se deben hacer juicios. Culturalmente estamos programados a hacer juicios por todo. En caso de que haya conflicto, el consejo es que cuando baje la emocionalidad se acuda al diálogo. Los juicios son tan programadores que se quedan en nosotros. En ese sentido el canal auditivo es muy importante para la programación y el kinestésico para programar las anclas.
Las anclas están en nuestra mente. Por ejemplo, si abrazas una persona que lo necesita se le graba a ella en su cuerpo anclándolo en su inconsciente, por lo tanto, cuando la abracen de la misma forma se le va a venir al recuerdo.
En un duelo este tipo de cosas no se recomiendan. Lo ideal sería inicialmente recordar, con palabras, de manera positiva a esa persona que ya no está, por ejemplo, así se cambia la emocionalidad del otro y luego se puede abrazar o besar, de esa manera se ancla un recuerdo bonito. Ahí la palabra es muy importante porque auditivamente la vas a sacar de ese duelo".
HG: "La clave está en respirar y hacer silencio en caso de que sintamos euforia, rabia o alteración porque cuando tenemos esos estados negativos lo que tendemos a hacer es darle "cuerda" a esa emoción, hablamos más de la cuenta y herimos con las palabras.
Cuando nos permitimos respirar y hacer silencio esas emociones descienden, desaparecen y entramos en un estado sosegado que nos permite ver la situación de manera más amplia, objetiva, tranquila, expresamos nuestros verdaderos sentimientos".
Una comunicación asertiva
RESPETO PROPIO Y HACIA LOS DEMÁS
Así se define la asertividad. Expresar los pensamientos, los sentimientos y la forma de ver el mundo a través de las palabras o gestos, de forma tranquila y apropiada, al mismo tiempo que se quiere conocer los sentimientos y pensamientos del otro para comprenderlo mejor.
Cuando se reciben palabras de amor, de cariño, las células reaccionan. Eso, según Harold Gómez, se debe a que el cuerpo tiene resonancia, entonces vibra con una emoción positiva, con la palabra positiva del otro.
APRECIO POR LAS CUALIDADES DEL OTRO
Bien sea por el carácter, algo que dice o que hace, lo que sea. Expresarlo verbalmente o de otra forma es bueno para que las personas se sientan bien. El entorno mejoraría notablemente si en vez de quejas o críticas hubiera más muestras de aprecio.
NUNCA DESPRECIE MUESTRAS DE AFECTO
Jamás hay que dudar de la sinceridad del otro, el hecho de que la persona misma no lo crea, no quiere decir que la otra persona no lo piense. El consejo es aceptar esas muestras con naturalidad, un simple gracias es suficiente.
Esas muestras de afecto también tienen un efecto valioso en momentos de crisis. De acuerdo con Harold, "al ser escuchados estamos generando sanación. A veces del otro solo necesitamos escuchar un te comprendo, te acompaño o simplemente, te amo".
Es por esa razón que las personas a la hora de expresar sus sentimientos deben estar serenos. Desde la rabia por ejemplo, solo se genera más molestia y desconexión en la comunicación con el otro.
MANIFIESTE SIEMPRE SUS SENTIMIENTOS E IDEAS
Decir claramente lo que cada uno piensa o cómo se siente es liberador siempre y cuando se haga de una forma clara. Sea positivo o negativo, pero siempre desde el respeto hacia el otro. No hay mejor manera de generar comprensión entre las personas que mostrando las emociones individuales. Acumular las emociones hará que explotemos algún día.
CONVERSACIONES EN BUENOS TÉRMINOS
Pienso, siento, hagamos, quiero, qué piensas, qué te parece, cómo podemos resolver esto, me gustaría. Mantener una comunicación asertiva con los demás no garantiza la ausencia de discusiones y problemas, pero sí que facilita una comprensión y un respeto mutuo que se irá forjando poco a poco. Esta alternativa siempre estará a mano, solo hay que saber elegirlo.
TRABAJE LOS TRES CANALES DE PERCEPCIÓN
Hacerlo de manera sutil para que ninguno de los tres caiga pesado en otra persona. De 0 a 7 años el canal más importante es el auditivo, el cerebro recopila información a través de la audición, así se programa. Con frases típicas de los padres como no toque o no haga, se está programando en el miedo. El abrazo siempre debe darse después de una frase positiva, de esa forma se genera en su carácter excelente autoestima, lo que permite que en la edad adulta sea una persona segura.
CADA UNO ES RESPONSABLE DE SUS SENTIMIENTOS
Toda persona es responsable de sus palabras. El otro no tiene poder para hacer sentir bien o mal, si es así no es posible manejar y comunicarse asertivamente. "Nuestra costumbre es poner poder al otro y echarle la culpa. Así estamos renunciando a nuestro propio bienestar", concluye Jairo González.
EN DEFINITIVA
Una comunicación asertiva además de favorecer las relaciones interpersonales resulta sanadora, una palabra adecuada en el momento preciso ancla recuerdos positivos en las personas.
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