LA PATRIA | MANIZALES
Gabriel Jaime Marulanda sumará, a los 46 años que paga por el homicidio de la niña Luisa Fernanda Garcés, de Villamaría, otra condena por actos sexuales con menor de 14 años. Así lo determinó el Juzgado Quinto Penal del Circuito de Manizales el miércoles pasado.
La víctima de este delito es la misma menor, en enero del 2014, seis meses antes de su muerte. Al sujeto, conocido como Peluco, lo llamó una amiga de la madre de la joven para que le llevara un licor.
Luego, este hombre salió con Luisa y con otro menor, familiar de ella, a comer en un restaurante. Cuando regresaron, la mujer no estaba y la progenitora permanecía dormida. Él aprovechó para abusar de Luisa, de lo que fue testigo el pequeño. En audiencia intentó demostrar que no conocía a Luisa y que en la época de los hechos estaba en Marsella (Risaralda).
El defensor
El abogado de Peluco renunció a cinco testigos ante la imposibilidad de encontrarlos. Solo recurrió al testimonio de su defendido y señaló que los de la Fiscalía, tanto civiles como investigadores, se refirieron más al homicidio que al abuso sexual y no hubo un señalador directo.
Sostuvo que nadie dio el día exacto en el que ocurrió el hecho. También adujo que se usaron fotocopias de malas calidad para el reconocimiento fotográfico y que no determinaban con exactitud al señalado. También criticó la falta de veracidad de la perito forense que atendió a Luisa y que la menor mencionó a un señor Raúl.
La Fiscalía
Sostuvo que el testigo directo fue el familiar que estaba con Luisa esa noche. Además, unas fotos de una fiesta del condenado aparecen con rótulo del 19 de enero, mientras los testigos aseguraron que los hechos se pudieron registrar entre el 6 y 15 de ese mes.
La menor le contó a su padre lo que ocurrió, además en Medicina Legal posan los registros sobre la denuncia contra el sujeto al que identificó plenamente, que es Gabriel Jaime.
Peluco
Dijo ante los familiares de Luisa Fernanda que nunca la conoció y que solo supo de ella por fotos sobre su desaparición. Alegó sentirse perseguido por las autoridades y que obligaron a un hombre que no conocía a atestiguar en su contra.
Señaló que solo conoció a la amiga de la madre de la menor, con quien sostuvo una relación sentimental y que por terminar con ella lo acusó de este abuso, en venganza. Confesó que ha pasado casi la mitad de su vida en la cárcel, que cometió errores y por eso no sería capaz de hacerle daño a un menor.
El juez
El juez determinó fallo condenatorio. El próximo 26 de abril se conocerá la pena que pagará Gabriel Jaime y no se ordenó su reclusión, pues ya paga 46 años de cárcel por el asesinato de Luisa.
Consideró que la prueba directa (del menor testigo) se complementó con los testimonios de otras personas. Además destacó la importancia de las pruebas aportadas del proceso por el homicidio. Dijo que el testimonio del delincuente fue insensato.
La familia
"Desgració la vida a su familia, nos desgració la vida. Si no se arrepiente por este cruel asesinato pasará el resto de la vida en el infierno. Era mi niña, lo que más quería. No me alegro de que esté en la cárcel, pero siento descanso porque no cometerá mas barbaridades con otras personas", expresó, el miércoles, Luis Alfredo Garcés, abuelo de Luisa.
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