LA PATRIA | MANIZALES

10 días de operativos de la Policía en el barrio Fátima, de Manizales, arrojaron como resultados seis capturas, dos por hurto y cuatro por tráfico de estupefacientes; la incautación de 225 armas blancas, de 700 gramos de marihuana y de 200 de bazuco.

Según las autoridades, fortalecieron la estrategia con la información suministrada por la comunidad y de esa manera pudieron identificar a las nuevas personas dedicadas a la venta de estupefacientes y el hurto callejero.

La primera captura fue en el sector conocido como Ventiaderos, calle 68 con carrera 38. A un hombre, de 26 años, le incautaron 130 gramos de marihuana listos para su comercialización. Descubrieron, además, una caleta ubicada en una bolsa, que simulaba ser basurero.

En otros hechos, un hombre de 39 años fue capturado con 500 gramos de marihuana, en la calle 65 con carrera 39. Los uniformados lo interceptaron gracias a la información de un ciudadano. El hombre se desvió de su ruta y trató de huir, lanzando el bolso que contenía la marihuana. Metros más adelante un patrullero lo derribó y lo detuvo.

"La red de cooperantes que posee las patrulla del cuadrante del CAI Fátima ayudó a frustrar un posible caso de hurto. Un ciudadano alertó a los uniformados después de escuchar la conversación de dos hombres, que caminaban por la calle y que pretendían hurtar un establecimiento comercial. El cuadrante lo halló a un costado de la iglesia", explicó la Policía.

En otro caso detuvieron a dos hombres, de 15 y 18 años, que le robaron minutos antes a una mujer. Se recuperó un celular. Esto ocurrió en la carrera 40F con calle 68.

Por las cámaras

El viernes, un hombre de 18 años, residente en Fátima, fue visualizado por funcionarios de la Policía que monitoreaban la ciudad con las cámaras de seguridad.

Un integrante del CAI Cable aseguró al sospechoso en el Parque la Gotera, que intentó persuadir a los uniformados, mientras que el otro sacó de matorral una bolsa que contenía 66 dosis de marihuana. Según las investigaciones, el capturado tenía la tarea de vender este alucinógeno en el parque y surtirse nuevamente cuando se le agotara.