LA PATRIA | MANIZALES

A dos hermanos de Marmato les atribuyeron un intento de homicidio con ira e intenso dolor. La condena fue de 48 meses, luego de un preacuerdo con la Fiscalía. Se estableció que lesionaron a su víctima, llenos de rabia.

Los sentenciados por el Juzgado Penal del Circuito de Riosucio son los mineros Octavio y Carlos Alberto Motato Bueno, de 28 y 26 años, respectivamente.

Los hechos se remontan a la noche del 10 de mayo del 2014, dentro del bar Casa Roja. Los Motato Bueno se encontraron con Diego Alexánder Jaramillo Alarcón, con quien tenían rencillas de tiempo atrás, pues este último defendió a su hermana ante los flirteos lanzados por los dos hombres.

Tras tomarse algunas cervezas, cada parte por su lado, las tres personas discutieron de nuevo. Los hermanos se fueron encima de Diego Alexánder, con navaja en mano, y le dieron puñaladas en abdomen, tórax y ojo izquierdo. Esta última le generó la pérdida de la visión. Lo remitieron al SES Hospital de Caldas, donde la oportuna intervención médica permitió salvarle la vida. Estuvo allí 12 días, lo sometieron a cirugía y procedimientos de alto nivel. Las lesiones, según Medicina Legal, pusieron en grave riesgo su existencia.

En agosto pasado se presentó un preacuerdo en el que los hermanos aceptaban los cargos, a cambio de reconocérseles la comisión del delito bajo la atenuante de la ira e intenso dolor, consagrada por el Artículo 57 del Código Penal. La pena quedó en 48 meses y se les concedió la suspensión condicional.

Es decir, quedan libres, pero se comprometen a no cometer delitos, deben informar del cambio de residencia, no salir del país y presentarse cuando el juzgado los requiera.

Le daban

El afectado narró que los Motato Bueno le iban a pegar a su hermana, pues ella se negó a las insinuaciones que le hicieron. "Los paré y desde eso me cogieron en la mala y donde me veían me decían que me cuidara, que me iban a dañar". Anotó que el día de los hechos vio que los hermanos se le acercaron y le dijeron: Pirobo, para dañarlo es que está bueno.

"Me insultaban y me decían que yo les caía muy mal. Al momentico volvieron a molestarme. Les respondí que no quería problemas y le puse un brazo en la espalda a Octavio en son de amistad, pero reaccionó violentamente, me estrujó, sacó una navaja y empezó a apuñalarme. El hermano sacó otra. Me chuzaron en el pecho y la espalda. Me desmayé y cuando desperté estaba en Manizales".

Añadió que los médicos le manifestaron que casi lo matan, que faltó un centímetro para que una puñalada le cogiera unos vasos sanguíneos. La hermana del afectado relató que le daba miedo pasar por un camino, pues se encontraba a Octavio, quien tenía fama de pégarles a las mujeres.

"El análisis de las pruebas, así como de las circunstancias antecedentes a la agresión, permiten colegir que la situación de ira e intenso dolor pretendida sí tiene fundamento. Los testigos dejaron entrever que todo sucedió por problemas o rencillas anteriores, que posiblemente generaron esta reacción emotiva", expresó el fallo.

Quedan libres porque la pena no supera los cuatro años, no registran antecedentes penales, son personas con actividad laboral lícita y definida, con un núcleo familiar estable y arraigo determinado, entre otros.

Preacuerdos

La Corte Suprema de Justicia establece en varias sentencias que los jueces deben respetar los preacuerdos que haga la Fiscalía con los acusados. Cuando se presenta una negociación de este tipo la deben aprobar, excepto si el acuerdo viola derechos fundamentales, y dictar sentencia conforme a lo pactado.