Erika Tatiana, asesinada en Villamaría (Caldas) tenía 6 meses de embarazo

Érika Tatiana Herrera.

LA PATRIA | Manizales

Érika Tatiana Herrera tenía 22 años y completaba 6 meses de embarazo. A ella la mataron el pasado martes a las 9:30 de la mañana. Los hechos ocurrieron en la calle 4 con carrera 5 del barrio Polideportivo de Villamaría. El presunto agresor es un hombre de 59 años, con quien tenía una relación, quien se entregó a la Sijín el mismo día de los hechos.
En la tarde de ayer se cumplió la audiencia de imputación de cargos y medida de aseguramiento en el nuevo Palacio Nacional del municipio. El fiscal leyó los hechos, mientras la familia del sujeto lo veía desde una de las bancas de la sala.
Cuando la diligencia iba por la mitad llegó un hermano de la víctima, quien insultó al supuesto asesino cuando lo subían a una pánel de la Policía para llevarlo a la Cárcel Distrital de Varones de Manizales.

La vio salir
En la audiencia se supo que Érika sostenía hace cuatro años una relación sentimental con el señor. También se dijo que 15 días atrás los celos se apoderaron del hombre cuando vio que su enamorada salía de una residencia con otro. Ese día también se enteró de que Érika estaba embarazada.
Desde ahí comenzaron los problemas entre la pareja. Según el relato de la Fiscalía 20 Seccional URI, desde que se dio cuenta del embarazo de Érika planificó el crimen, pues la joven al parecer le había confesado que el bebé no era suyo.
Así que el domingo comenzó a buscarla y el lunes en la noche le pidió que fuera a su casa a arreglarle una ropa, y Érika aceptó.

La apuñaló
El señalado del crimen vivía en una habitación alquilada en el barrio Polideportivo. Hasta allí llegó la víctima el martes. Él comenzó a reclamarle y ella le dijo que arreglaran las cosas, pero no aceptó y le dijo que entraría al baño.
Al salir, de acuerdo con la versión, la mujer estaba en la cama desnuda esperándolo, sin conocer las verdaderas intenciones del individuo, quien tenía un cuchillo en la mano y la apuñaló.
La dueña de la casa contó que precisamente esa mañana tocó a la puerta del cuarto del señor para entregarle el desayuno, y al abrirle la puerta vio a Érika recostada en una pared, le entregó el desayuno al hombre y él solo le respondió: "mi Dios le pague".
"Un rato después escuché los gritos de ella, entonces grité: 'qué pasó...' y salió del cuarto ensangrado y con el cuchillo en la mano y me dijo 'maté a esa hp', luego tiró el cuchillo al tanque del lavadero, y salió con un maletín donde empacó ropa. Salí corriendo para donde mi vecina y le dije lo que pasaba y entramos. Yo llamé a los bomberos y ellos así desnuda como estaba la llevaron al Hospital y allá murió", explicó a la Policía la dueña de la casa donde ocurrieron los hechos.

La entrega
En la audiencia también se conoció que una allegada al hombre se presentó el martes al Comando de Policía de Villamaría y les dijo que el señor que había asesinado a la joven se iba a entregar. "Yo estaba en mi casa cuando él llegó con el pantalón lleno de sangre y como yo le arreglo la ropa me dijo que si se podía cambiar, entonces yo le pregunté qué había pasado y me respondió que había matado a Érika y me pidió una botella de agua y se fue".
La ciudadana continúa: "Más tarde me llamó y me dijo que fuera a la Policía y les dijera que se iba a entregar y que fueran por él a la casa de su hermana en la vereda Aguacates de Neira".
Policías de la Sijín de Villamaría de inmediato salieron hacia el sitio donde el hombre se iba a entregar y al llegar lo encontraron almorzando. En el lugar les ratificó su deseo de no evadir la justicia.
La ropa que vestía en el momento de los hechos quedó a disposición de las autoridades. Aunque se entregó, ayer en la audiencia no aceptó los cargos por el delito de homicidio agravado que le imputó la Fiscalía.
"Se aprovechó del estado indefenso de la víctima, porque ella estaba sobre la cama desnuda esperándolo para tener una relación sexual con él. Se nota que trató de defenderse por sus heridas en los brazos", dijo la Fiscalía.

A Medicina Legal
Érika Tatiana vivía en el barrio Bosques del Norte y deja dos hijos, el menor de cuatro años. El ente acusador pidió anexar al proceso los documentos en los que el Instituto Nacional de Medicina Legal dictamine la muerte del bebé del que se presume tenía entre 24 y 28 semanas de gestación, es decir entre 6 y 7 meses.