LA PATRIA | MANIZALES
Por arriesgar su vida para salvar la de otros ciudadanos, un hijo de La Dorada fue condecorado el pasado sábado por el presidente de la República, Juan Manuel Santos, y por el ministro de la Defensa, Luis Carlos Villegas.
Se trata del patrullero de la Policía Yeisson Andrés Cristancho Martínez, de 23 años, quien el pasado jueves, a las 3:50 de la tarde, se trasladó desde el CAI Chile (Bogotá) hasta las instalaciones de Porvenir, tras recibir una llamada de la Central de la Policía, en la que le indicaban que allí había alarma por un paquete sospechoso. Ignoraba a qué se enfrentaría.
Cuando llegó al sitio, el gerente de la entidad le informó de la extraña presencia de una envoltorio en la portería, acompañado de un celular que no paraba de timbrar. Sonó de nuevo y el patrullero le dijo al directivo que contestara. Al hacerlo, una hombre le aseguró que no se trataba de un juego, que si no querían muertos, tenían 10 minutos para desalojar las instalaciones.
Cristancho Martínez dejó su celular y sus equipos de comunicaciones con el administrador del edificio. Luego, ingresó a las oficinas de Porvenir y vio que había cuatro usuarios. No los quiso alarmar hasta tener certeza de que se trataba de un explosivo. Cuando se arrimó a verificar el contenido del paquete, la empleada de servicios generales ya lo había destapado.
El patrullero vio que el objeto tenía un sistema de cables, por lo que confirmó que era una bomba. Tratando de no producir pánico, les pidió salir a los que allí estaban.
“Cuando salí le pedí a los transeúntes y a los vendedores ambulantes que se retiraran porque había una bomba. Alcancé a dar dos pasos y ahí mismo detonó el explosivo. Me cayeron la puerta y el aviso de Porvenir en la pierna izquierda. Me revisé, no noté nada de gravedad y me levanté. Vi que un vendedor ambulante y un mensajero estaban heridos y los retiré hasta una zona verde. Acompañado de mi jefe entré, de nuevo, al edificio para verificar que no hubiera más paquetes. Luego llegaron los bomberos”, narró el patrullero.
El atentado dejó nueve heridos y al oficial con un nervio del oído izquierdo reventado y con la pupila del mismo lado desgarrada. Pese a ello, mañana se incorporará a sus labores, a lo que él considera como una pasión.
“Apenas le avisaron que había un artefacto explosivo en las instalaciones de Porvenir en la 72 con décima, se fue para allá y manejó la situación con gran valentía, con gran tranquilidad, con gran coraje, con gran profesionalismo”, destacó el presidente, Juan Manuel Santos, el pasado sábado, cuando le impuso la medalla del valor de la Policía Nacional al patrullero caldense.
“Me sentí halagado, no esperaba nada a cambio. Fue placentero”, manifestó el patrullero, que lleva dos años de servicio en la Policía de Bogotá.
"Pude perder la vida en cuestión de segundos, pero lo único que pasaba por mi mente era cumplir mi deber".
Patrullero Yeisson Andrés Cristancho Martínez.
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