Blanca Eugenia Giraldo
LA PATRIA | MANIZALES
"Es poca la atención y el cuidado que prestamos a los ojos. Nos acostumbramos a ver mal y cuando visitamos al especialista encontramos que nuestros problemas se han agudizado", esta reflexión la hace Alberto, de 69 años, cuandohabla sobre sus afectaciones visuales y las condiciones, poco óptimas, en las que trabajaba.
Toda su vida laboró en una empresa eléctrica y por simple descuido no utilizaba herramientas de protección, lo que lo llevó a contraer un serio problema en los ojos, que hoy lo tiene a punto de quedarse ciego.
"Esta situación se repite constantemente", afirma el optómetra Francisco Rangel, quien dada su experiencia en salas de urgencia, expone que todos los días llegaba una persona con quemaduras en los ojos.
Sin embargo, los accidentes laborales no son los únicos que llaman la atención de Rangel, también explica que en la etapa juvenil comienza la formación de algunas enfermedades. "Las más frecuentes e importantes en nuestro medio son el ojo seco, el glaucoma y la acumulación de rayos ultravioleta (UV), que aunque no dan muchas señales, más adelante nos pueden pasar factura".
Expone Rangel que la toxicidad de los ultravioleta es acumulativa y por lo general empieza a temprana edad, dado que niños y jóvenes aún no toman las precauciones suficientes frente a este fenómeno, lo que afecta la visión con el paso de los años.
Dentro de las señales cuando se sufre de ojo seco, Rangel cita la sensación de cuerpo extraño en los ojos, como si tuvieran arena; visión borrosa, ojos rojos y molestia con la exposición ambiental (la calle, el viento, el sol, frente al computador, con la luz) que de ser normal no debe molestar.
Síntomas que no son permanentes, aunque dependiendo de la severidad son repetitivos.
Según el experto, las causas que desencadenan el ojo seco tienen un origen hormonal, ambiental, nutricional, y es también secundario a medicamentos y a sobrexposiciones, sobre todo, por alteraciones en los párpados.
"Esto empieza a ser importante, porque a partir de los 20 años y como consecuencia de la exposición ambiental, las personas manifiestan este tipo de condiciones. Más o menos hacia los 30 años, un 10% a 20% de la población tiene algún grado de resequedad, pero al llegar a los 60 años, un 60% de la población tiene ojo seco en cualquier nivel de severidad".
Otra enfermedad que cita el oftalmólogo Rangel es el glaucoma, de la que dice es frecuente y de lenta progresión, pues puede tardar entre 5 a 20 años en tener un desenlace importante. "Por eso, entre más temprano se detecte va a tener un mejor comportamiento y si es del caso detener la enfermedad".
Rangel asegura que el 3% de la población colombiana padece algún grado de glaucoma, pero lo que preocupa es que en mayores de 40 años alcanza hasta un 10% de la población y si es en la tercera edad, el porcentaje se incrementa hasta un 20%.
Lo que preocupa es que las personas no son juiciosas con la consulta, porque como en el caso del glaucoma es asintomático, pero en etapas finales tiene un diagnóstico grave: produce ceguera.
Otra reflexión que hace el oftalmólogo Rangel es que después de los 20 años la persona entra en una etapa laboral y debe buscar condiciones de confort. Por eso es importante buscar y si es del caso corregir cualquier defecto refractivo (miopía, hipermetropía, astigmatismo, entre otras)".
Según el experto, esto se puede hacer con lentes adecuadamente formulados, adquiridos en lugares certificados y siempre acompañados de una protección frente a la luz ultravioleta.
Hay pacientes que laboran en condiciones de alto riesgo, bien sea por exposición a químicos, exposición al polvo, al sol, a partículas, puntillas, soldadura, radiaciones UV o infrarroja y luz muy intensa, requieren gafas de protección, adecuadas de acuerdo al tipo de labor que realicen.
"Esta generación de la tecnología, lo mismo que los deportistas o los que se exponen a condiciones ambientales extremas requieren lentes adaptables con filtros adecuados y en policarbonato, que les permita un ciento por ciento de protección, no solo frente a los rayos UV sino frente a elementos que los expongan al riesgo de un trauma", recomienda.
Según Rangel, el cuidado y protección debe comenzar a muy temprana edad, dado que la luz ultravioleta tiene efectos acumulativos. "No hay que esperar, porque esta población puede sufrir de ojo seco, cataratas, cáncer, degeneración macular, terigios y hasta de envejecimiento prematuro de la piel alrededor de los ojos".
María de los Ángeles tiene seis años y ya se acostumbró a utilizar las gafas. Hace tres se las prescribió el optómetra, después de que la maestra la notó distraída y con mucha dificultad para reconocer los objetos. Además, en casa parpadeaba con frecuencia y se rascaba los ojitos. Era tan notoria la molestia que para ver televisión se acercaba demasiado a la pantalla.
Para el optómetra pediatra Elkin Sánchez, el examen ocular en niños se debe hacer desde el nacimiento, ojalá con un profesional del área. Y recomienda que después de los tres meses se les practique una evaluación completa en la que se revise el ojo, por dentro y por fuera, la agudeza visual y si requiere lentes o no.
Con respecto al estrabismo, problema común en la infancia, Sánchez aclara que siempre debe ser motivo de consulta. "Así sea leve requiere la revisión del especialista, porque cuando un ojo se tuerce demuestra que algo no está bien".
Dentro de los signos de alerta que pueden tener en cuenta padres y maestros, el optómetra pediatra cita:
1. Desatención. Cierto problemas por déficit de atención no son psicológicos sino por problemas visuales o auditivos.
2. Guiñar o fruncir un poco los párpados para ver algo, sobre todo de lejos.
3. Acercarse mucho al televisor o al tablero, lo mismo que al cuaderno o a los textos escolares.
4. Dolor de cabeza que llega con la exigencia académica. Por ejemplo cuando los ponen a rayar o a pintar.
5. Si tuerce un ojo.
6. Orzuelos frecuentes. Tienen que ver con un defecto óptico: el astigmatismo.
7. Ojos demasiado rojos
8. Frotarse los ojos con frecuencia
9. Defectos ópticos en los padres (astigmatismo o hipermetropía), estos problemas se heredan. Lo importante es darse cuenta mucho antes de los siete años.
Algunas enfermedades sistémicas pueden comprometer la salud visual:
* Las cataratas seniles: Se producen en la edad adulta, residencia en los trópicos, déficit nutricional, diabetes, cigarrillo, medicación crónica con corticoides y exposición prolongada a la radiación ultravioleta.
* Glaucoma: Presión intraocular elevada, edad avanzada, historia familiar de glaucoma, miopía, diabetes, e hipertensión arterial sistémica.
* Retinopatía diabética: la diabetes, mal control de la glicemia, enfermedad renal concomitante, hipertensión sistémica, embarazo y tabaquismo.
* Ceguera infantil: las cataratas congénitas, las deficiencias nutricionales, la morbilidad perinatal, el estrabismo, los defectos genéticos, las enfermedades metabólicas, el glaucoma congénito.
* Vicios de refracción.
* Alergias.
* Blefaritis o inflamaciones de los párpados.
* Malformaciones congénitas.
* Parásitos, por ejemplo la toxoplasmosis o la toxocariasis.
* Estrabismo que desde que se detecte a tiempo la solución puede ser definitiva.
En este momento hay un brote de conjuntivitis alérgica. Vale la pena recordar a los padres que los niños también requieren protectores oculares.
Recomendaciones
• Evite el uso de lentes de contacto en piscinas y playa ya que aumentan el riesgo de adquirir infecciones.
• Tenga en cuenta que el agua del mar y de las piscinas es irritante para los ojos, por ello se recomienda utilizar gafas de natación.
• Proteja diariamente los ojos del sol con lentes oftálmicos que absorban el 100% de los rayos UV y que a su vez sean adaptables a las diferentes condiciones de iluminación regulando la cantidad de luz que ingresa a los ojos.
• Evite frotar los ojos con las manos sucias.
• Nunca mire directamente hacia el sol o a fuentes de luz intensa.
• Limite el tiempo que pasa bajo del sol.
• Tome medidas de protección desde temprana edad, ya que en los niños los rayos UV atraviesan más rápido los transparentes tejidos de sus ojos y pueden afectar más a la retina, presentando daños irreversibles en edad adulta.
• No compre gafas o lentes en la calle o en puestos ambulantes, deben adquirirse en lugares seguros y
confiables.
• No se auto medique.
• Visite, mínimo, una vez al año al Especialista de la Salud Visual.
Actualmente las actividades de los chicos son diferentes a las de los pequeños de hace 20 años. Ahora en sus juegos y entretenimientos utilizan aparatos que poseen pantallas y que se manejan con las manos o están muy próximos a la cara como los computadores. Esto significa que la distancia de enfoque es cercana y para eso se necesita hacer un constante esfuerzo visual para ver nítidas las imágenes.
"No se puede asegurar que estos aparatos sean un factor de riesgo, pero lo que sí está demostrado de acuerdo con evidencia científica parece que hay probabilidad de que las nuevas generaciones van a ser adultos miopes porque el uso cercano y constante de estos elementos", asegura el optómetra pediatra Elkin Sánchez.
* Utilizar el computador, la tableta, el celular con buena luz, nunca con la luz apagada porque esto concentra los rayos en el ojo.
* Tener la pantalla más o menos a una distancia de unos 50 o 60 centímetros y a la altura de los ojos.
* Tomar cinco minutos de descanso por cada hora de trabajo. Levantarse, cambiar de distancia para que el músculo del ojo se relaje y también para evitar su resequedad.
* La televisión tampoco debe verse con luz apagada y debe estar a una distancia de dos metros o más.
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