Elizabeth R. Rojas
LA PATRIA | Manizales
Carlos Salinas Mondragón, de 81 años, perdió el viaje el día de ayer a la sede médica de Jaibaná. Pretendía reclamar unos medicamentos y se encontró con que la IPS estaba cerrada. Fue en razón del paro que hicieron los empleados en protesta por los dineros que Coomeva le debe a la entidad y que impiden que les paguen sus salarios.
Salinas llegó al barrio La Camelia, desde San Peregrino, en una tarde que amenazaba con lluvia, para devolverse con las manos vacías. Con sorpresa indicó que no estaba enterado del cierre temporal de la IPS donde lo han atendido por los últimos 20 años.
Las deudas son de aproximadamente mil 200 millones de pesos. Al menos 65 personas, entre administrativos y personal de salud, están perjudicadas. También hace falta plata para pagar a proveedores, laboratorios, renta, servicios públicos, entre otros.
Esta IPS es exclusiva para pacientes de Coomeva y atiende -mayoritariamente- a personas de la tercera edad. Fabio Hernando Morales Salazar, gerente de Jaibaná, subrayó que la situación es compleja y que hay cartera que supera los 150 días (cinco meses).
Crónico
Este problema viene de tiempo atrás. En repetidas oportunidades se han publicado las faltas de la EPS con esta IPS. En noviembre, del 2017, se dio cuenta de un intento de liquidación de Jaibaná, el mismo que se detuvo por una promesa de pago. Para esa vigencia la suma ascendía a $800 millones. En este momento Coomeva está en reorganización.
"Es muy complicado lo que está pasando y ellos no dan solución. Es una cadena. Coomeva no nos paga y a Coomeva no le paga el Ministerio de Salud y Protección Social, que supuestamente le debe $800 mil millones", dijo Morales, abogado que hace dos meses asumió la dirección de la IPS.
Se conoció que Coomeva está a la espera de la llegada de dos inversionistas (uno de ellos internacional), que aportarían recursos para que la EPS salga de la crisis y le cancele a sus acreedores; para ello habría que esperar hasta mediados de mayo.
"En las deudas, el Gobierno Nacional tiene mucha culpa. Se dice que los especialistas podrán cobrar intereses de mora a las IPS que no les paguen a tiempo y que a las EPS que generen 60 días de mora, con las IPS, las van a intervenir. Lo que si no cuentan es que no le pagan a las EPS lo que corresponde", apuntó Morales.
José Norman Salazar, director del Centro Nacional de Derecho Médico, expuso que la dificultad es crítica para Jaibaná que depende 100% de los recursos de la EPS, que trae desde hace varios meses dificultades económicas.
"En el Sistema de Salud estas demoras también se presentan con otras IPS, lo que se amortigua con un portafolio variado de EPS y con los pagos de las que cumplen sus giros. Con los retrasos se afecta el pago puntual de los honorarios", añadió Salazar.
El médico y abogado lamentó que a futuro no se avizore una propuesta que termine con este problema del Sistema, el mismo que dijo se repetirá cada tanto en la red pública como en la privada. Pronosticó que se aumentarán las tutelas, los desacatos, y que se verá cómo las IPS les cerrarán las puertas a los usuarios de las EPS incumplidas.
Jaibaná, sede La Camelia.
Responde
LA PATRIA se comunicó con un funcionario de Coomeva para hablar de la situación, de lo que no tuvo respuesta positiva. La entidad solo expuso que hoy se normalizaría la actividad médica en dicha IPS, que no esperaban quejas de los usuarios al ser un servicio básico y programado.
Su atención, un dolor de cabeza
Las migrañas de Paola Andrea Álvarez no son su único dolor de cabeza. Coomeva no le completa el tratamiento que requiere. Desde hace dos años no le dan dos fármacos que necesita para disipar su malestar.
Con fecha del 27 de agosto del 2018 está la última orden para la aplicación de una dosis de botox y para un Naraptriptán (cápsulas), pero no ha logrado tener los fármacos por más gestiones realizadas para autorizarlos. Según la paciente, ha ido cada 8 días a solicitar la entrega de ambos productos, los que llegan directamente a la IPS tratante.
La paciente, de 38 años, labora en un almacén de cadena y dice que no tener acceso a esos medicamentos le complica la vida. Las neuralgias son constantes y afectan su desempeño laboral, por eso teme perder su trabajo.
"Evito las incapacidades, pero a veces tengo que faltar. Me la aplicaron dos veces y no fue más. Me cuido de los fritos, la comida chatarra, de los dulces, etc, pero por más que lo haga los dolores son casi diarios", añadió.
Para su caso, la paciente tiene una tutela integral, pero dice que ni así le cumplen. Advirtió que ha perdido, desde esa fecha hasta hoy, dos citas con el neurólogo, en acercamientos a la IPS donde se supone que Coomeva llevaría los productos, pero que son falsas alarmas.
Coomeva EPS informó que la paciente tendrá cita el próximo 11 de abril con un neurólogo, encuentro para el que se espera suministren los productos que la usuaria requiere. La entidad subrayó que hará el seguimiento respectivo al caso para garantizarle la atención integral en salud.
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