Foto | EFE | LA PATRIA  Los ministros del Interior, Luis Fernando Velasco, y de salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, salieron derrotados de la sala de la Comisión Séptima del Senado en Bogotá.

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Los ministros del Interior, Luis Fernando Velasco, y de salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, salieron derrotados de la sala de la Comisión Séptima del Senado en Bogotá.

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EFE | LA PATRIA | Bogotá

El hundimiento en el Senado de la reforma a la salud presentada por el Gobierno es la peor derrota legislativa sufrida por el presidente, Gustavo Petro, y le envía un mensaje sobre la necesidad de buscar consensos con las distintas fuerza políticas para evitar nuevos reveses en el Congreso.

El proyecto de reforma, que a finales del año pasado había pasado la prueba de fuego en la Cámara de Representantes, se quedó ayer en un crucial debate en la Comisión Séptima del Senado, donde nueve de sus 14 miembros votaron a favor de una ponencia para archivar definitivamente la iniciativa y 5 lo hicieron en contra.

Según la presidenta de la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (Acemi), Ana María Vesga, el archivo de la reforma de la salud "recoge las voces de tantos actores que durante el último año insistimos en la inconveniencia de este proyecto para el sistema de salud, para los usuarios y en general para la operación cotidiana del sistema".

"Tenemos como país y como actores una gran responsabilidad y una oportunidad gigante para convertir este debate de los últimos meses en una gran mesa de diálogo (...) para buscar en conjunto, entre todos los sectores, cuáles son esas modificaciones y ajustes que requiere nuestro sistema de salud", agregó Vesga.

Pese a que el Gobierno dialogó con los distintos sectores políticos, científicos y empresariales sobre la reforma sanitaria, no aceptó incorporar los cambios que se le sugirieron a esa iniciativa para facilitar su aprobación en el Congreso.

Cambios profundos

Con la reforma, el Gobierno buscaba modificar la salud pública, enfocándola más en la prevención y la atención primaria, incluyendo regiones alejadas donde prácticamente no hay atención, pero expertos del sector, opositores y asociaciones médicas le apuntaron numerosas fallas que la hacían inviable desde el punto de vista fiscal y que empeoraría la atención sanitaria en general.

"Colombia en su historia no había tenido un proceso con mayor destrucción de capital social e institucional que durante estos 14 meses de trámite de reforma a la salud y las intervenciones que se han hecho", dijo al respecto el exministro de Salud Fernando Ruiz Gómez, quien durante el ejercicio de su cargo (2020-2022) tuvo que hacer frente a la pandemia de covid-19.

El fracaso de la reforma ocurre un día después de que el Gobierno interviniera por un periodo de un año a la entidad prestadora de salud (EPS) Sanitas, que tiene 5,7 millones de afiliados, por supuesta insolvencia, lo que también ha sido motivo de numerosas críticas a la Administración de Petro.

"Estamos en el limbo: Las mayores EPS del país intervenidas, la reforma de salud hundida, no hay plan C. Se configura un escenario caótico en que se hará solo lo que el Gobierno quiera", advirtió la asociación Médicos de Colombia.

Minutos antes de la derrota en el Senado, Petro manifestó que al intervenir empresas "el Gobierno asume su función constitucional de reordenador del sistema de salud" para de esa forma evitar "una quiebra generalizada" ya que muchas compañías del sector arrastran problemas financieros, sea por corrupción o por retrasos en los pagos que le corresponde hacer al Gobierno.

Después se conoció la intervención también de la Nueva EPS, la otra Empresa Promotora de Salud con más usuarios, con 10,9 millones de afiliados, mientras que Sanitas tiene casi 6 millones de usuarios en Colombia.

Reacciones en Caldas

Ana María Soleibe, presidenta de la Federación Médica Colombiana

Queda bajo la responsabilidad de los senadores que tumbaron este proyecto, que lleva 10 años de construcción, que contempla todas las fallas que tiene el sistema actualmente, que tiene un estudio económico serio realizado por Luis Jorge Garay. Ellos asumirán la responsabilidad del sufrimiento que espera a los colombianos en esta crisis de salud que lleva tantos años. Además, que moralmente no tienen autoridad, puesto que estaban recusados y la sociedad esperaba que ellos expresaran sus intereses y su imposibilidad para votar.

Carlos Eduardo Yepes, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) Caldas

Es un tema triste por no usar otro tipo de expresión. Consideramos que hundir la reforma es dar la espalda al pueblo, que se había pronunciado, había propuesto, había promovido una reforma que atendía las necesidades justamente de él. Necesidades que no iban solo en los principios básicos de atención, sino en la recuperación de una serie de derechos que como pueblo hemos tenido durante tanto tiempo y han sido arrebatados poco a poco a través de las diferentes leyes, Ley 100 y otras leyes que se han venido implementando. Las otras reformas, salir a defenderlas a la calle y en la misma exigirle al Congreso que atienda esa voz del pueblo.