El pasado domingo, el periódico La Patria, anunció el retiro de su director Nicolás Restrepo Escobar quien durante largos años ejerció funciones de gerencia y dirección, 
Su renuncia viene a entristecer a los caldenses quienes encontraron en él un interlocutor inolvidable por sus maneras, análisis y sus decisiones, algunas, no muchas, no compartidas por el grueso de los ciudadanos. Siempre tuvo el respaldo de su Junta Directiva, desde los cimientos familiares.
Fue un director que estuvo atento a las diferentes variables del pensamiento partiendo desde lo político, lo financiero, lo informativo, lo analítico y de la modernidad mecánica y electrónica en la construcción del periódico. Fue un director que estuvo comprometido con los diferentes hechos de la vida citadina, nacional e internacional. Era un gran lector y un versado escritor como se impone en el mundo actual de la difícil existencia de los medios de comunicación masivos y consuetudinarios, que se incorporan a la vida de las personas, las familias y de la sociedad de una manera singular para beneficio de todos. Los dueños, los directivos, los empleados, los usuarios  y todos quienes en un momento dado dependen de la información oportuna, veraz, sencilla y verificable, encontraron en la Patria, bajo su dirección, un Periódico que atienda a las necesidades de la información, los análisis, la promoción y el foro para difundir conceptos analíticos aceptados o controvertidos.
La manera de ser de Nicolás fue un atractivo en el periódico porque a pesar de que a veces no compartía ideas y proyectos siempre demostró respeto por la persona y sus propuestas.
En ocasiones adoptaba posiciones severas frente a su interlocutor porque el tema exigía esa conducta.  Enseñaba con las indicaciones para hacer mejor los oficios. Quien lo disfrutó como contertulio en diversos aspectos, comprendía las directrices que emanaban de él como persona, directivo y como responsable de una gran empresa.
La seriedad de Nicolás contrastaba con su sonrisa discreta medio socarrona desprovista de agresión. El interlocutor, si lo conocía, comprendía completamente lo que significaba ese gesto que ofrecía como signo de alianza en medio de la divergencia.
Nicolás Restrepo como director del periódico era receptor de mucha información que siempre valoraba para encontrar la realidad de los hechos. Nunca fue proclive a desconocer los valores de las personas y el significado de los hechos para quienes le informaban o consultaban sobre acciones u omisiones propias de los seres humanos.
Sin olvidar que La Patria ha sido un periódico de trayectoria y convicciones conservadoras, Nicolás le dio espacio a todas las vertientes políticas, económicas, administrativas y religiosas.  
 Entendió el sufrimiento de las personas y comprendió la necesidad de expresarse de quienes lo rodeaban o quienes en la distancia creían tener en él un aliado para la defensa de sus intereses.
Cuando laboraba Ariel Cardona Galvis, un enamorado del periódico por múltiples razones, una que otra vez, había un participante foráneo en el equipo de análisis diario con el director del periódico. Su manera de conducir y determinar las líneas editoriales para edición del siguiente día, se constituían en unos minutos de máxima libertad e identidad final Hay muchos caminos para ingresar como periodista, articulista o caricaturista al periódico, pero solo hay uno para permanecer dentro del Diario, el cual siempre pasa por el director.
La Historia de los tres últimos directores del Periódico ha sido marcado con épocas de desarrollo y estabilidad. Nicolás como heredero de la estirpe Restrepo nunca fue inferior a su compromiso de cada día para tener un mejor Periódico, adicionado con la vinculación tanto de televisión como radiodifusión, lo que ha significado ampliación de cobertura indispensable en estos tiempos de batallas por los espacios de comunicación.