‘Está en juego una causa más importante que los partidos’ dice el padre Francisco de Roux, presidente de la Comisión de la verdad; el camino para superar la polarización es ver la realidad de las víctimas del conflicto, los niños que quedaron ciegos por las minas antipersonas, las mamás que reclaman por sus hijos víctimas de falsos positivos, los soldados sin piernas, el sufrimiento por los familiares secuestrados, las tumbas y las fosas comunes. Esta realidad es reflejo del sufrimiento de un país y debe convertirse en punto de unión para que la historia no se repita. Estoy de acuerdo, la reconciliación empieza por reconocer la verdad de un dolor que nos toca a todos; sin embargo, parece que todavía hay un velo que nos impide reconocerlo. ¿Qué más necesitamos, como colombianos y habitantes del planeta, para pasar de la polarización a la unión de voluntades, para construir juntos una mejor sociedad?
Según el escritor venezolano de origen judío Moisés Naim, la polarización de la sociedad y la política es el signo de este tiempo; no porque no existiera, sino porque, antes era posible llegar a acuerdos con los oponentes y se hacían coaliciones que permitían gobernar; pero hoy, los oponentes políticos se convierten en enemigos irreconciliables que obstaculizan llegar a un acuerdo. Una fragmentación que para Naim es resultado de la desigualdad, la pobreza y la injusticia, la inmediatez de la comunicación en redes sociales y los movimientos antipolíticos que, desde su identidad con causas potentes, se vuelven rígidos y no están dispuestos a hacer concesiones.
Polarizar, según la RAE, es ‘concentrar la atención o el ánimo en algo’, ‘orientar en dos direcciones contrapuestas’ ¿Por qué concentrar la atención en algo? Porque despierta curiosidad, atrae, interesa, puede generar beneficios y, especialmente, porque se conecta con la forma en que vemos el mundo; nuestra mirada es distinta a la del otro y en ocasiones creemos que la nuestra es la correcta y la del otro está equivocada. El ego nos repite cada día que tenemos la razón y todo lo que hacemos se enfoca en afianzar esta creencia. Por supuesto, cuando alguien trata de mostrarnos una forma diferente de ver las cosas, buscamos argumentos para demostrarle que está equivocado. No siempre somos conscientes de nuestras diferencias, de la subjetividad que hay en nuestra forma de ver el mundo y de lo equivocados que estamos al pensar que nuestra verdad es la de todos.
¿Con quién construimos relaciones más fácilmente? ¿Con quién fluyen mejor las ideas y los proyectos? ¿Con quién buscamos ‘arreglar’ la sociedad? Con los que piensan como nosotros porque es más sencillo. Mientras más personas que piensan igual se unen a nuestra idea o proyecto somos más fuertes, eso no quiere decir que tengamos mejores soluciones, puede ser que cada vez nos estamos alejando más de las nuevas posibilidades, porque lo que hacemos es reafirmar nuestra verdad ¿Cómo romper esta dinámica que parece tan perversa? Diría que, no solo para las causas políticas, sino para cualquier situación difícil que estemos enfrentando, si queremos abrir nuevos caminos, es necesario cambiar el foco de atención, dejar de mirarnos el ombligo, como dijo una vez el escritor Andrés Oppenheimer, para entender que el mundo es más grande y que entre todos podemos hacer emerger una nueva realidad.
Otto Scharmer, autor de la Teoría U, lo plantea como la necesidad de conversar y escuchar de una manera diferente; una conversación que pasa, de poner el énfasis en mí a poner el énfasis en crear con el otro. Me gustaría invitarlo a revisar en cuál de estos campos de conversación está usted y qué podría hacer para moverse al siguiente. El primero es la descarga, hablo cordialmente desde lo que otros quieren escuchar y me identifico con el que piensa igual; el segundo es el debate, hablo desde lo que pienso, intercambio ideas y defiendo mi punto de vista; el tercero es el diálogo, indago de manera reflexiva, me veo como parte del todo y estoy dispuesto a cambiar; el cuarto es la presencia plena o diálogo generativo, estoy abierto a lo nuevo que emerge y aporto para co-construir un mejor futuro.
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