El diccionario de la Real Academia Española define la política como la “Actividad del ciudadano cuando interviene en los asuntos públicos con su opinión, con su voto,…”, y a los partidos como “Conjunto o agregado de personas que siguen y defienden una misma opinión o causa”.
El Partido de la U cuestionó la actitud beligerante y contraria al cumplimiento del Acuerdo del Colón que asumió el partido Cambio Radical desde el preciso momento en que su jefe renunció a la Vicepresidencia para convertirse en candidato presidencial. Este ataque feroz a lo acordado afectó el proceso e impidió, entre otros, el inicio de la Justicia Especial para la Paz y la elección de 16 parlamentarios representantes de las víctimas. De no creer, a pesar de la lealtad y la fe que aún conservan los protagonistas del Acuerdo y las víctimas de la guerra, el Partido de la U, traicionando a sus copartidarios y a los amigos de la paz, decidió apoyar al exvicepresidente en su ambición presidencial.
En el entretanto, en las toldas del Partido Liberal y al interior de la Coalición Colombia, los seguidores discutían una alianza entre sus candidatos. Estos se reunieron, y acogieron la unión propuesta por sus partidarios, haciendo prevalecer el fin común y el buen juicio político. De no creer, el jefe del Partido Liberal, en privado y en una noche que nadie recuerda, echó para atrás lo acordado, imponiendo su voluntad y deseo personal.
El Partido Conservador, sin jefatura y cual Hidra con mil cabezas, las dejó en libertad de ponerse su propio precio. En el Centro Democrático se dice y hace lo que a su jefe se le antoje.
Visto lo anterior, en Colombia no hay política y no hay partidos, pues el ciudadano solo es llamado para votar y no para opinar, y los partidos deciden, no a favor de la causa común de las personas, sino al arbitrio e interés de sus jefes.
La extinción de los partidos y el atolondramiento de sus dirigentes llevaron a la sociedad venezolana a una profunda crisis desde finales del siglo pasado, hace más de 25 años; y la prueba de que en Colombia algo así está pasando, es que, sin política y sin partidos, las propuestas de los candidatos no se creen, no interesan. Entre el miedo, las mentiras y las encuestas, se está llevando al ciudadano a votar por los extremos y a una sociedad polarizada.
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