La principal variable para mejorar el bienestar personal es cuidar la salud. Poco a poco, con los adelantos técnicos y de la medicina se han logrado establecer los nocivos efectos que, sobre la expectativa de vida y la calidad de los años de vida, tienen los hábitos de cuidado de salud.
El primer tema es el de la alimentación. Los informes que recientemente han dado sobre los problemas de obesidad y sobrepeso en el país, que están por encima de los promedios mundiales y de América Latina, es una voz de alerta. Es muy preocupante que entre los niños y jóvenes el flagelo del sobrepeso esté presente. El dato que el 30% de la población mundial tiene exceso de peso, es muy preocupante y muestra la dimensión del problema. En el país las estimaciones dicen que hay medio millón de niños con problemas de sobrepeso.
La conclusión es muy sencilla: Hay que mejorar los hábitos alimenticios. Las dietas balanceadas, y con restricción de los excesos de calorías es fundamental. Reducir las carnes rojas, la cantidad de sal… en fin muchas restricciones. Por ello la palabra clave para la dieta es que sea balanceada, sin excesos, por ello ser conscientes de la cantidad de calorías de cada alimento es vital, pues teniendo esa consciencia se facilita la gestión de una alimentación sana. Como país debemos seguir dando un debate profundo, sincero y sin lobby indebido de los interesados en los temas de las bebidas azucaradas y la comida chatarra. Igualmente, para establecer estándares de publicación de la información nutricional central para que sea de fácil lectura por el consumidor. Debemos oír más la voz de los expertos al respecto para desarrollar la política pública. Es una profunda responsabilidad con las nuevas generaciones y con la salud del país.
Paralelamente, la necesidad del deporte es clave. Y más que esa tendencia a la construcción de cuerpos perfectos, que están centrados en una desmesurada necesidad de reconocimiento y sensualismo, hay que simplemente hacer mover a la gente. La tecnología nos está dejando plantados frente a unas pantallas y hemos dejado de movernos. Nos está matando el sedentarismo. A este respecto es crítico revisar nuestras rutinas diarias para incluir en ellas momentos de que exija movernos y gastar energía. Y este punto se puede articular con la necesidad de las ciudades de desarrollar sistemas de movilidad sostenibles en el tiempo: la bicicleta es uno de ellos que ayuda en la salud de los usuarios y que es amigable con el medio ambiente. Las ciudades están iniciando sus pasos con las bicicletas públicas, pero hay mucho que hacer todavía, especialmente en cultura ciudadana de respeto por el ciclista, para poder animar a muchas más personas para que se monten a la bicicleta.
La salud es sinónimo de mejor vida y más larga, pero para ello es necesario una dieta balanceada y ponerse en movimiento. Que pasan por una fuerza de voluntad de las personas, pero también con la ayuda de una política pública que defienda de veras los intereses generales y no las de unos pocos interesados.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015