El Gobernador del Departamento anunció, con la siembra de un Guayacán, la inversión casi por $3 mil quinientos millones para la reconstrucción de la escuela Abraham Montoya en Neira. Entre municipio, departamento y nación financian la inversión. El hecho era que la escuela se estaba desplomando y que el comején estaba haciendo de las suyas en la estructura de madera, lo que obligó a desocuparla y luego demolerla. Desde el 2011 se había anunciado el deterioro de la institución; ya en el 2013 los 500 estudiantes habían sido reubicados. La nueva obra está prevista que sea entregada a finales del 2018. Es decir, casi cinco años después de la reubicación. ¿Es la educación la prioridad del departamento?
Las bondades de la inversión en educación son bien sabidas por todos. Es el mejor catalizador de movilidad social, permite elevar la productividad regional y cerrar las brechas sociales. Además de dar las condiciones de posibilidad para la realización personal en sociedad. De esto no hay duda ni polémica. Lo que pasa es que este consenso no se convierte en prioridad política y en términos de presupuesto.
Hay ciertos territorios colombianos que han dado muy buen ejemplo de un esfuerzo realmente de priorización de la educación en los gobiernos municipales y departamentales. ¡Sí es posible! Y es necesario tener estas opciones muy claras en los planes de desarrollo y muy especialmente en los presupuestos anuales. Solo así se podrán dar los pasos necesarios en el mejoramiento de la calidad y la cobertura que necesita ese país más equitativo que todos soñamos.
Pero no es solamente calidad y cobertura, sino también pertinencia. Y sobre este último elemento es clave la creatividad e innovación en el aula. No se trata pues, solamente de hacer edificios que no se caigan o que tengan nuevo mobiliario, sino que principalmente que sean escenarios de aprendizaje significativo. Y este aspecto requiere de una parte un profesorado mucho más actualizado y competente, sino también asegurar las condiciones de estudio de los estudiantes en términos de alimentación. Precisamente hay en curso una licitación para suministrar alimentación, almuerzo y refrigerios, para el departamento. Es clave el seguimiento ciudadano y comunitario del cumplimiento en la ejecución de este contrato. Una veeduría comunitaria puede ser muy provechosa para asegurar la excelencia en la prestación del servicio.
Tener la educación como prioridad exige pensar en calidad, cobertura y pertinencia. Y en las condiciones de posibilidad de aprendizaje por parte de los niños y niñas. ¡No dejemos la educación que se la coma el comején!