Los indicadores de los últimos años muestran que hemos perdido competitividad comparados con otros países. El último campanazo de alerta lo dio el ranking del Banco Mundial con el Doing business, en donde bajamos al puesto 65, cuando en el 2015 estábamos en el puesto 51. En efecto, en términos de competitividad como todos los países están haciendo mejoras, si uno no mejora o lo hace a una tasa muy lenta, pues resulta castigado como nos está ocurriendo. Muy triste y preocupante.
En la entrega del duodécimo Informe Nacional de Competitividad se hizo énfasis en la necesidad de avanzar mucho más rápido en materia de competitividad para asumir un liderazgo en América Latina. María del Rosario Córdoba concluyó su intervención invitando a poner el acelerador.
Como casi todos los años ocurre, el Comité Privado de Competitividad (CPC) se queja de la ineficiencia del Estado y del exceso de normatividad, que desgraciadamente está en ascenso en los últimos años. Por ello, César Caicedo, Presidente del CPC, puntualizó que era necesario evaluar el impacto normativo, por los costos que implicaba para el sector privado. Esta vez puso una queja adicional: las sanciones de la Superintendencia de Industria y Comercio que ha puesto por fallas contra la libre competencia. Consideran que el que investiga no debe ser el mismo que sanciona. Pues bien, el presidente les respondió en el acto: se mantiene la defensa del libre mercado por ser pieza fundamental del sistema. Pero señaló que se podría estudiar la manera que el funcionario que investiga no sea el mismo que juzgue.
De otra parte, durante tres años no se reunió el Comité Ejecutivo de Competitividad del país. Esta lamentable información muestra que hay problemas críticos para que los gobiernos asuman con seriedad y constancia los compromisos. Se espera que el gobierno Duque, como lo afirmó el propio presidente en el evento de la entrega del Informe de Competitividad, esté muy alineado en modernizar al país, para poder montar la economía nacional en una senda de crecimiento que termine ofreciendo oportunidades para todos.
Otro de los aspectos fundamentales es la necesidad de formalizar la economía. No es posible que el país siga 50% informal. Esto nos hace daño en todos los frentes, pues un país informal, es un país sin financiación de su seguridad social, un país que no puede ofrecer a las personas mayores una pensión digna.
El punto novedoso de este informe está en el tema de productividad. Los datos muestran que los incrementos en la productividad de la mano de obra en el país están aumentando por debajo de otros países similares. Es un golpe de alerta muy serio. Y el llamado de atención toca directamente al sistema educativo. La necesidad urgente de profundizar los estudios técnicos y tecnológicos, donde hay una brecha grande entre la oferta de mano de obra y la demanda de las empresas.
Finalmente, el último indicador que dejó pálido a más de un asistente al evento fue el del comercio exterior de bienes y servicios, donde se muestra que entre 1990 y 2017 el comercio internacional ha disminuido como proporción de PIB. Mejor dicho, la apertura económica y la firma de tratados de libre comercio siguen sin aprovecharse.
Muchos indicadores preocupantes en este informe del CPC. Se confía que el nuevo Gobierno tome en su Plan Nacional de Desarrollo las banderas de la competitividad y la productividad. De lo contrario, seguiremos siendo un país de desempeño medio, o mejor mediocre.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015