Esta es una buena historia para comprender qué significa amar un trabajo en lugar de laborar solo por dinero o por el deber.
Un peregrino pasa por las afueras de París en plena Edad Media y ve una gran cantidad de obreros levantando una inmensa construcción.
Se acerca a uno y le pregunta qué están haciendo. El operario responde con desgana: “estoy ganándome mi plata, no moleste”.
Interroga a otro empleado y este dice de mala gana: “acá cumplo con mi obligación”.
El peregrino insiste y le pregunta a un tercer trabajador. Este suspende su labor, lo mira a los ojos, sonríe y dice con marcado entusiasmo:
“Mis compañeros y yo estamos construyendo una hermosa catedral; un templo majestuoso que será uno de los más bellos de toda Europa”.
El primero trabaja por plata, el segundo por obligación y el tercero ama su misión y también recibe dinero y cumple con su deber.
Lo que Dios te pide es construir catedrales, o sea, amar lo que haces. No siempre puedes hacer lo que quieres, pero siempre puedes querer lo que haces.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015